“Tomás Elorrieta tiene una idea muy clara de lo que es gobernar un municipio y va a conseguir que nuestro pueblo mejore”
Francisco Ripoll Medina nació en Berja hace cincuenta y cuatro años, aunque reside en El Ejido desde que tenía seis. Santo Domingo es el barrio en el que ha vivido la mayor parte de su vida. Casado y sin hijos, está jubilado y durante tres décadas ha sido vendedor de la ONCE de El Ejido, organización cuyo comité de empresa presidió durante veinticinco años.
Francisco Ripoll Medina fundó en 2001 la Asociación de Discapacitados Murgi, de la que es presidente desde hace dos años. Además, es vocal de la Federación Almeriense de Discapacidad. Entre sus aficiones destacan la mecánica de coches y motos, además de la recuperación de objetos antiguos.
El número diecinueve de la candidatura que acompaña a Tomás Elorrieta comenzó en 1983 a militar en el PSOE, partido al que llegó procedente de las Juventudes Comunistas. “En aquellos años, en los que todavía vivía Franco, a este país le faltaba de todo, había mucho que reivindicar, y formar parte de un partido político era la única manera de hacerlo. En mi familia siempre hemos sido de izquierdas, y yo también lo he sido siempre”.
A pesar de su pertenencia al PSOE desde hace más de treinta años, nunca había estado en primera línea, y asegura que dio el salto cuando Tomás Elorrieta le propuso formar parte de su candidatura. “Tomás está capacitado para sacar adelante a nuestra agrupación y al pueblo. Ha conseguido que los miembros del partido estemos unidos, que haya una cohesión que no se había visto nunca. Y, además, tiene una idea muy clara de lo que es gobernar un municipio y va a conseguir que nuestro pueblo mejore. Por eso decidí darle mi apoyo cuando me lo pidió”.
Francisco Ripoll Medina considera que “El Ejido tiene muchos problemas, pero el más importante es que no hemos sabido ‘hacer pueblo’. Cuando este municipio estaba empezando a crecer, a principios de los 90, vino la derecha a gobernar y comenzó su declive. Pasamos de tener un pueblo para todos a tener un pueblo solo para unos pocos. Y como consecuencia de eso perdimos el liderazgo de la provincia que habíamos conseguido”.
Como discapacitado, estima que “aquí se han llevado a cabo políticas excluyentes, que favorecen solo a algunos, y entre ellos no estamos los discapacitados. Para nosotros, ha habido un antes y un después a partir de 1991, cuando llegó la derecha al Ayuntamiento. A ellos no les preocupan los discapacitados, por lo que plantean proyectos que se presentan para hacer una foto, pero que después nunca se materializan”.
Francisco Ripoll Medina concluye que “en El Ejido tenemos los medios para volver a ser el buque insignia de la provincia, pero hace falta que cambiemos de gobierno y que entre en el Ayuntamiento gente que trabaje para todos, y no solo para los intereses de unos pocos. Hace falta gente como Tomás Elorrieta”.