Manolo García, secretario general del PSOE de Roquetas de Mar
Finalizando esta complicada semana, en la que los datos de positivos oficiales de la Junta de Andalucía han puesto a Roquetas de Mar como el principal foco de rebrotes de toda Andalucía, hay muchas reflexiones que hacer. Empezando por el desastre que ha sido el análisis de casos, ya que tras meternos el miedo en el cuerpo y destrozar las perspectivas de negocio del sector turístico para esta temporada, ahora la Junta de Andalucía nos dice que puede haber habido un número indeterminado de falsos positivos y que habrá que repetir pruebas.
Esta vez, la Junta del PP y Ciudadanos, y el Ayuntamiento de Roquetas, que se hartaron de culpar de todo al Gobierno durante el estado de alarma, ya no pueden esconderse detrás del mando único para ocultar sus vergüenzas. Es evidente la falta de recursos y de operatividad que se está demostrando estos días.
Pero centrándome en Roquetas de Mar, una vez más en esta pandemia me pregunto quién está al mando. Gabriel Amat estuvo desaparecido con el estado de alarma, con la excusa del mando único. Sin embargo, pasado el estado de alarma, estos duros días seguimos teniendo un alcalde ausente e incapaz de liderar, que no exige a la Junta que tome las medidas necesarias y ponga todos los recursos para controlar los brotes. Un alcalde escondido en su despacho que solo ha salido a dar explicaciones a la oposición cuando las hemos exigido todos en bloque. Cuánta diferencia con respecto a otros alcaldes, de su propio partido y del PSOE, que ante los primeros datos de positivos en sus pueblos han estado al pie del cañón, proponiendo medidas, uniendo a todos, exigiendo a la Junta e informando a los vecinos, a los que han tratado como adultos. En Roquetas, el segundo municipio más importante de la provincia, el alcalde no solo no actúa, ni cree necesario informar a los vecinos a los que trata con paternalismo, sino que permite con su silencio recortes de personal y medios sanitarios en este verano tan complicado que estamos teniendo.
Pero además de la gestión sanitaria de la Junta de Andalucía, de la que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Roquetas de Mar es cómplice, me gustaría poner el foco en las desigualdades que este cuarto de siglo de gobiernos de Amat han generado en nuestro municipio y que, como estamos viendo estos días, agravan los daños del coronavirus. El PP de Amat ha despreciado a los más vulnerables y bajo su mando han aparecido guetos con infraviviendas ocupadas y numerosos problemas sociales que ha ignorado.
En esta pandemia que castiga con mayor fuerza a los más débiles, que viven en viviendas en las que es imposible un aislamiento si hay algún positivo, y que en muchos casos tienen que seguir trabajando en condiciones de seguridad sanitaria cuestionables, el Ayuntamiento de Roquetas de Mar sigue haciendo dejación de funciones. Desde el PSOE hemos propuesto decenas de medidas para actuar en esta crisis, desde ayudar a las empresas de forma más ambiciosa de lo que lo ha hecho el Ayuntamiento, que se ha quedado corto y ha priorizado en el reparto a las grandes sobre las pequeñas, hasta dar una solución habitacional temporal a aquellos que por las características de las infraviviendas en las que residen no pueden aislarse debidamente para evitar contagios en su entorno.
Gabriel Amat y su equipo no son, evidentemente responsables del coronavirus y sus daños, pero sí podrían hacer muchas cosas ante la pandemia, tanto para ayudar a los más vulnerables, como para reducir los contagios, que tanto daño hacen a nuestra economía.