José Miguel Alarcón. Secretario general del PSOE de El Ejido
Qué pena que siendo uno de los principales motores económicos y productivos de nuestra provincia, nuestro pueblo siempre haya de ser noticia por algún hecho negativo. Me resulta tan preocupante como triste que, los ejidenses, titular tras titular, pieza informativa tras pieza informativa, parezca que ya nos hemos acostumbrado a saltar a la palestra mediática, prácticamente con asiduidad, por la salida de tono de turno o las causas judiciales abiertas de sus alcaldes o exalcaldes. El Ejido no merece destacar por lo que hacen mal sus gobernantes. No es justo y no lo merece.
Porque a pesar de su juventud como ciudad, El Ejido siempre ha sido una tierra acogedora y trabajadora. Forjada a través del sudor de sus gentes, autóctonas o no, que se han labrado con su esfuerzo día tras día, un futuro próspero y prometedor al que mirar y en el que confiar para seguir creciendo. Y El Ejido merece seguir recibiendo ese reconocimiento. Claro que lo merece.
Pero para ello primero requiere de responsabilidad y de respeto, empezando por quienes están al frente de la gestión de nuestro pueblo, y que parece que están más preocupados por tapar sus propias vergüenzas en forma de diferencias ideológicas que se distinguen más sobre el papel que sobre los hechos. Unos gobernantes que intentan ocultar con egoísmo y por puro egocentrismo lo que verdaderamente daña la imagen de nuestro pueblo, y que por otro lado demuestran el poco cariño que le profesan al estar más preocupados por no dejar ver su irrelevancia o incompetencia, que por tomar medidas efectivas, valientes y reales que de verdad miren por la proyección de nuestra ciudad. Y eso El Ejido tampoco lo merece.
A pesar de todo hay quienes seguimos estando dispuestos a seguir remando por cambiar esta realidad. Porque hay quienes creemos que con propuestas serias y constructivas la imagen de nuestro El Ejido puede volver a reflejar lo que realmente nunca debió dejar de ser. Un pueblo diverso, emprendedor, creativo, y hecho a sí mismo. Un pueblo que ya supo sobreponerse en numerosas ocasiones a lo largo de su historia y que lo puede seguir haciendo. De hecho lo sigue haciendo. Aunque para ello requiera de una altura de miras, de una lealtad y de una responsabilidad política que hasta ahora le falta. Y eso es por lo que luchamos, o al menos intentamos luchar cada día los socialistas. Y nos comprometemos a seguir haciéndolo.
No nos vamos a cansar. No nos vamos a rendir. Y es que lo que está en juego es la importancia de nuestra ciudad. Lo que está en entredicho es su imagen. Y porque El Ejido merece volver a ser lo que un día fue. Una ciudad acogedora, resiliente y repleta de oportunidades. Y esto por favor, que jamás se nos olvide porque El Ejido lo merece.