Manolo García, secretario general del PSOE de Roquetas de Mar
Hacer deporte no es nada fácil en Roquetas de Mar si no se tiene el respaldo personal del concejal de Deportes, José Juan Rubí. La lista de deportistas, entrenadores y equipos ‘exiliados’ de Roquetas no deja de crecer, víctimas de sus políticas, y eso es un lujo que nuestro pueblo no se puede permitir. Un claro ejemplo de ello es lo ocurrido con Paco Menchón, el gran impulsor del atletismo en Roquetas, que ha acabado tirando la toalla, harto de chocar siempre contra el muro de Rubí, mientras Amat mira para otro lado.
Hace tres años acudí junto con concejales de otros grupos al Estadio Antonio Peroles, donde entrenaba un buen número de niños, niñas y jóvenes del Club de Atletismo de Roquetas, bajo la atenta mirada, las órdenes, consejos y el cariño de Paco Menchón, atleta, entrenador, presidente y ‘hombre para todo’ en el atletismo roquetero de los últimos 25 años. Aquella tarde nos comentó con orgullo los logros de nuestros atletas y pudimos comprobar numerosas deficiencias que tratamos de corregir a través de una moción conjunta. A día de hoy, tres años después, no solo se mantienen aquellas deficiencias, sino que las instalaciones deportivas están cerradas para el entrenamiento de deportistas federados.
Paco Menchón ya no es presidente del club. Está cansado de reivindicar un trato decente para nuestros atletas por parte de la Concejalía de Deportes. Cada tarde tiene que ir con Míriam (17 años, plata en los campeonatos andaluces absolutos en salto de altura), Nabil (20 años, quinto en 3.000 de obstáculos), Juan (15 años, cuarto en triple salto) y Mohamed (23 años, octavo en 3.000 de obstáculos) a entrenar a Almería capital, donde les abren las puertas, les ofrecen todo tipo de facilidades y les lanzan ofertas para que representen a la ciudad. Jóvenes roqueteros que en esos últimos campeonatos andaluces tuvieron que competir en nombre del Club de Atletismo de Nerja, que les dio el apoyo que Roquetas les niega.
La labor de Paco Menchón abarca también a la Escuela Municipal de Atletismo y de forma altruista también hace un gran trabajo ayudando a los jóvenes roqueteros que preparan las oposiciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
No es la única víctima del despotismo de Rubí, consentido por Amat. Esta situación se extiende a todos los deportes. Cada vez son más los deportistas, entrenadores y equipos que marchan a la capital, a Vícar, a El Ejido, a Nerja y otros lugares donde les dispensan un trato mejor y al margen del amiguismo con el que Rubí dirige, con puño de hierro, las políticas deportivas en nuestro pueblo. Un destrozo cada vez más patente y que no pueden ocultar todos los publirreportajes pagados que tanto le gustan al concejal.
Ojalá llegue el día en que acabe esta situación vergonzosa y de descrédito absoluto del deporte roquetero. No espero ya nada de Gabriel Amat, que lleva 25 años consintiendo la demolición, pero estoy convencido de que llegará el momento en el que personas como Paco Menchón puedan regresar al pueblo que representaron con tanto orgullo para formar a las nuevas generaciones y que los logros deportivos vuelvan a ser seña de identidad de Roquetas de Mar.