Martín Gerez. Portavoz del Grupo Municipal Socialista de Vera
Al hilo de la licitación “urgente” del servicio de prensa del equipo de gobierno del PP de Vera, que no del ayuntamiento, aunque sí pagado con su dinero, que es el de todos los vecinos, cabe hacerse algunas reflexiones sin entrar a cuestionar si el precio fijado, 150.000 euros en tres años, es razonable o no. Habría que valorar, por ejemplo, si tal y como se recoge de manera literal en el anuncio, un ayuntamiento tiene “necesidad de que se valoren sus proyectos” o si necesita “fortalecer su imagen corporativa” ¿En serio?
¿Lo creerán así los ciudadanos que tienen problemas para llegar a fin de mes? ¿Opinarán lo mismo los empresarios que tienen sus negocios cerrados o prácticamente sin actividad por la Covid-19? Hay que tener mucho desahogo para justificar la necesidad urgente de gastar 50.000 euros anuales en un servicio con estos fines ¿No será en realidad que son los gobernantes, en este caso los del PP de Vera, los que tienen necesidad de que se valoren sus proyectos? Con los proyectos del ayuntamiento la única necesidad debería ser informar con transparencia, prontitud y credibilidad a la ciudadanía. Pero no.
Para rizar el rizo, el ayuntamiento “necesita fortalecer su imagen corporativa” ¿No será que los gobernantes necesitan fortalecer la suya? Para ello no hay nada mejor que contratar con el dinero de todos a alguien que organice la propaganda. El año pasado en torno a 350.000 euros en este concepto que incluye jugosos contratos publicitarios.
Para hacerse una idea de las prioridades del PP, las ayudas directas a autónomos afectados por el cierre de actividades o descenso de ingresos que fueron 259.000 euros y prácticamente nada en ayudas directas a familias vulnerables. A ellas, por ejemplo, les debería explicar el alcalde la urgencia de gastarse un dineral para que él o sus concejales salgan en los periódicos o en la televisión con el dedo señalando proyectos inexistentes.
Hay decenas de fotos en las redes municipales, también privatizadas por el PP para su uso exclusivo sin coste alguno, con ese dedo índice extendido como bandera. Vale igual un plano, que un cartel, que una máquina o un árbol. Se señala, se posa y se hace la foto. Así se escribe la historia. Como si los contratos que firma y paga el ayuntamiento para que su equipo de gobierno nutra su vanidad los pagara el PP local. En síntesis, ninguneo y silencio a la oposición y publirreportajes diarios de un equipo de gobierno holgazán y muy bien pagado.
No contentos con que los demás les paguemos sus rondas mediáticas, luego toca publicitar en las redes sociales que han tomado como rehenes esas entrevistas pactadas o esas páginas sobre asuntos intrascendentes que publican medios privados previo paso por caja.
En los inicios de este mandato, desde el Grupo Municipal Socialista se propuso un uso neutral de los medios municipales de difusión y del servicio de prensa. Solo se pedía el acceso en función de la representación obtenida en las elecciones. Un tercio de la corporación que representa a un tercio de votantes. Una propuesta reglada y pactada que sirviera para el futuro con independencia del color político que ocupara el gobierno o la oposición.
Para el PP eso es inconcebible. No solo votó en contra sino que, y así lo expresa por escrito, los medios no están a disposición de los grupos políticos y que es el equipo de gobierno quien decide la línea editorial y lo que se publica. Algo que, desde luego, cumple a rajatabla, no como otros compromisos. En este escenario, solo queda preguntarse si lo público es solo de quien gana.