Moreno Bonilla está centrado en elecciones y distraído de todo lo demás, como es la sanidad, un servicio público con el que ha fracasado y se ha puesto en ridículo
En plena sexta oleada de contagios por coronavirus en todo el país y con un incremento imparable de los casos en Andalucía llaman la atención las noticias sobre la falta de sanitarios en todas las provincias de la comunidad autónoma. Así, se han producido jornadas de protesta en Almería y en resto ante la falta de previsión del Gobierno de Moreno Bonilla quien hace un mes despedía a 8.000 sanitarios –que inmediatamente fueron contratados en otras comunidades más previsoras- mientras que ahora está mendigando, por ejemplo, 100 enfermeras para el Hospital Torrecárdenas de Almería, algo que también sucede en el hospital Virgen de las Nieves y en otros centros de Andalucía en lo que se puede denominar el mayor fracaso y ridículo de la gestión de la sanidad en Andalucía.
Este lunes el centro de salud de Cruz de Caravaca avisaba que esa mañana no habría atención médica y que los pacientes serían derivados a la Bola Azul o a Torrecárdenas, en un síntoma claro de cómo se ha dejado caer y debilitar la Atención Primaria para colapsar los hospitales que deberían estar reservados para los casos urgentes y, más ahora, con la pandemia y el aumento de contagios actual.
Eso sucedía mientras el consejero de Salud realizaba una irresponsable visita de promoción de un nuevo hospital privado en Sevilla y es ahora cuando, siendo conscientes de la actualidad y de todo lo que hemos padecido en estos años por la incapacidad para gestionar de PP y Ciudadanos en Andalucía, la ciudadanía debería estallar ante tanta inoperancia y falta de voluntad con algo tan delicado como nuestra salud. Moreno Bonilla está fallando, y mucho, en la gestión de lo público.
El Gobierno andaluz está centrado en las elecciones y distraído de todo lo demás. Invierte mucho tiempo –demasiado- en estudiar cuándo convocar los comicios, en cómo absorber lo poco que queda de Ciudadanos y en unirse, definitivamente, a la extrema derecha para gobernar en Andalucía; y todo esto, este desvío de atención ante la gestión diaria de una región, constituye un fraude hacia la población.
El PSOE y su líder, Juan Espadas, ha ofrecido un pacto por la sanidad como gran acuerdo para aprobar los Presupuestos y ha insistido en recuperar los 8.000 sanitarios despedidos por Moreno Bonilla, pero PP y Ciudadanos siguen a lo suyo, eroncados en asuntos que nada tienen que ver con lo que necesita la ciudadanía.