Por fin se acabó el teatro al que nos ha sometido el presidente Moreno Bonilla en los últimos meses, en los que ha jugado con los andaluces, especulando día sí y día también sobre un posible adelanto electoral. Más de cinco meses ha durado este juego, en el que ha sobrado soberbia y ha faltado respeto.
En estos cinco meses ha habido un vacío absoluto de gestión por parte del Gobierno andaluz, pero lo peor es que esta situación se venía arrastrando desde el mismo momento en que Moreno Bonilla llegó a San Telmo. A estas alturas, se puede afirmar sin margen para la duda que el Gobierno de PP y Ciudadanos ha desatendido los problemas de la ciudadanía andaluza, al no dar la cara por el empleo, por la economía, por la salud, por la educación de los niños y niñas, ni por ofrecer un futuro a la juventud.
Moreno Bonilla ha convertido esta legislatura en un tiempo perdido, donde sólo ha habido lugar para la autopromoción y el autobombo, en un intento desesperado por ocultar una gestión caótica, centrada en confrontar permanente con el Gobierno Central y en la que no se han aprovechado los fondos millonarios que está recibiendo la comunidad autónoma.
Ahora, por fin nos toca decidir, y está claro que los andaluces merecen más. Ahora, todos y cada uno de nosotros podremos decidir por nuestro futuro, recordando lo que ha pasado estos años y siendo conscientes de que, con nuestro voto, podemos hacer mucho para recuperar el empleo; para que el tejido empresarial reciba a tiempo las ayudas que están llegando desde el Gobierno central y desde Europa y que la Junta está siendo incapaz de gestionar; o recuperar la esperanza para los jóvenes, que llevan tres años con el doble castigo de la pandemia y de un gobierno andaluz que no mira por su futuro.
Está en nuestra mano despejar ya por fin la amenaza de una comunidad que pueda estar gobernada por la derecha y la ultraderecha, despejar nuestro futuro y que el Gobierno de la Junta deje de ser un obstáculo para convertirse en un aliado, apostando por recuperar nuestra economía y el dinamismo de nuestros municipios, y abriendo un nuevo tiempo en el que la solvencia, la experiencia, el diálogo con todos los andaluces se imponga con una persona como Juan Espadas, capaz de ofrecer gestión frente a paralización, iniciativa frente a lentitud, acción frente a propaganda y el reforzamiento real de los servicios públicos.