El gobierno que se autodenominó del ‘cambio’ y que ha marcado la realidad de Andalucía en los últimos tres años y medio ha resultado ser un fiasco. Pese a la maquinaria propagandística de PP y Ciudadanos, la realidad es que no hay ni un solo indicador que haya mejorado en este tiempo.
Recientemente se conocían unos datos demoledores, que ponen de manifiesto el grave deterioro que ha sufrido el sistema sanitario público andaluz. A cierre de 2021, en la provincia de Almería teníamos 12.466 pacientes a la espera de una operación y otros 73.237 aguardando una cita con el especialista. El hospital que presenta las peores cifras en demora quirúrgica es el de Torrecárdenas, con 246 días de espera de media desde que un médico decide que hay que intervenir hasta que finalmente se opera. Todo un despropósito y una injusticia tremenda, que están sufriendo en sus carnes miles de almerienses.
El Gobierno de Moreno Bonilla ha deteriorado la sanidad pública a golpe de decisiones incomprensibles como cerrar un hospital –el de la Cruz Roja– en plena pandemia o despedir a 800 sanitarios en Almería. El PET-TAC para atender a pacientes oncológicos todavía no ha llegado a nuestra provincia y no se ha iniciado tampoco el edificio de Consultas Externas de Torrecárdenas. En cuanto al hospital de Roquetas, se puso la primera piedra, pero la segunda no se sabe cuándo llegará.
El panorama en dependencia no es mucho mejor. Pese a que el Gobierno andaluz ha venido recibiendo estos años ingresos extraordinarios por parte del Gobierno central para financiar este derecho, lo cierto es que los almerienses esperan hoy más de 600 días para obtener ayuda a domicilio.
La legislatura de Moreno Bonilla ha significado la parálisis más absoluta para la provincia de Almería, donde no se ha iniciado la construcción de ningún nuevo colegio, no se ha avanzado en la prolongación de la Autovía del Almanzora y no se ha mejorado el acceso norte a la capital, por citar sólo algunos ejemplos. Por no mejorar, no lo ha hecho ni el empleo, ya que hoy tenemos muchos más parados más que cuando Juanma Moreno llegó a la presidencia.
El paso de Moreno Bonilla por el Gobierno andaluz ha sido un absoluto fracaso. Frente a él, sólo Juan Espadas está en condiciones de recuperar lo perdido y situar a Andalucía al nivel de las regiones más desarrolladas de España y de Europa.