Las políticas de protección de las personas constituyen un signo de desarrollo de una sociedad. En este contexto, la atención de las personas en situación de dependencia, promoviendo su autonomía personal, se ha convertido en un gran reto para los países desarrollados.
Esa protección impulsada en nuestro país por la Ley de la Dependencia sufrió un duro revés con los recortes y la paralización que le aplicó el gobierno de Mariano Rajoy entre los años 2011 y 2018, una situación que se empezó a revertir con la llegada del Gobierno socialista de Pedro Sánchez. Así, en los últimos dos años se está viviendo una etapa de apoyo económico sin precedentes por parte del Gobierno central, con unas inversiones que no paran de crecer y unos criterios de reparto que se están mejorando. El objetivo que persigue el presidente socialista es reducir las listas de espera, mejorar la calidad del empleo de las cuidadoras y cuidadores y mejorar la calidad de las prestaciones.
Ese incremento tan notable para la financiación de la dependencia que se introdujo en los presupuestos del 2021 y 2022 ya está llegando a las Comunidades Autónomas. El último ejemplo lo hemos tenido con la aprobación, este pasado martes, de un nuevo reparto de 483 millones para financiar la inversión acordada con las comunidades autónomas.
Pese a esta llegada masiva de dinero, en Andalucía la situación dista mucho de estar mejorando, debido a la caótica gestión que está realizando aquí el Gobierno andaluz de Moreno Bonilla. De hecho, su falta de compromiso se está traduciendo en listas de espera que no dejan de crecer y que alcanzan ya casi los dos años.
La situación en Andalucía es insostenible. Las ayudas a la dependencia llegan incluso cuando ya no se necesitan, por haber fallecido el beneficiario. Además, el retraso y el colapso impiden la generación de empleo y la mejora de las condiciones laborales que reclaman las trabajadoras de este servicio para dignificar su trabajo y que se reconozca su profesionalidad, altamente demostrada en el confinamiento.
Revertir los recortes que sufrimos en los tiempos de gobierno de Rajoy es el fin fundamental de estas aportaciones extraordinarias que está realizando el Gobierno de Pedro Sánchez y que traerán a Andalucía 90 millones más. Esperemos que, de una vez por todas, el Gobierno de Moreno Bonilla sea capaz de hacer su trabajo, después de tanta dejadez. Otro reto más pendiente.