Desde la victoria del PP el 19J se ha instalado la parálisis en el Gobierno de Moreno Bonilla que no ha sido capaz, por ejemplo, de nombrar hasta esta misma semana los delegados provinciales. Sigue el líder del PP y presidente andaluz en su afán de desviar la atención sobre su incapacidad confrontando con el Gobierno de España por lo que sea. Critica y exige al Ejecutivo de Pedro Sánchez medidas y acciones que, en la mayoría de casos, son competencia también de la Comunidad Autónoma.
La inacción política, al final, tiene consecuencias y las paga la ciudadanía. En Andalucía lo sabemos muy bien porque desde que gobierna el PP hemos perdido en bienestar, en cohesión social y en igualdad de oportunidades motivos por los que el PSOE de Andalucía ha exigido y ha puesto sobre la mesa una batería de propuestas para poder amortiguar los efectos de la crisis económica y social que vivimos y en donde la Junta de Andalucía, paralizada, no ha actuado por la falta de capacidad de su presidente para tomar decisiones complementarias como están haciendo otros gobiernos autonómicos o, incluso, ayuntamientos.
La batería de propuestas lanzadas por el PSOE esta semana y con anterioridad han servido para que, a empujones, Moreno Bonilla se abra a estudiarlas y, con suerte, salga ya de esa demagogia en la que se ha instalado en cuestiones relacionadas con el agua o la inflación. También necesitamos saber si va a completar la bonificación del 30% en el trasporte que ya aplica el gobierno de la nación, ampliándolo para jóvenes, demandantes de empleo, mayores y otros colectivos hasta el 80 o 90%, o que decida si va a ampliar, como le propone el PSOE, la bonificación de las escuelas infantiles sostenidas con fondos públicos a familias con rentas medias y bajas, o aplicar una desgravación del IRPF para rentas medias de hasta 40.000 euros en una tributación conjunta y 35.000 en la individual ante la subida de las hipotecas. La ayuda de 300 euros para los autónomos de los sectores afectados por la crisis energética también está entre las preocupaciones de la población y que requieren de una respuesta de Moreno Bonilla.
Estas y otras medidas podían haberse tomado ya hace meses porque la Junta de Andalucía es, en muchos casos, la competente pero para eso su propio presidente debe demostrar que es eso, competente, y no lo contrario.