El Gobierno de España ha comenzado a ingresar esta misma semana la asignación complementaria de 100 euros al mes que van a recibir todos los beneficiarios de una beca para compensar los gastos derivados de la inflación que está ocasionando la guerra de Putin en Ucrania. Sin embargo, el cheque escolar de 100 euros -en un único pago- por cada hijo o hija escolarizado en la enseñanza obligatoria que Moreno Bonilla prometió que iba a distribuir a las familias andaluzas con menos recursos, aún no está disponible.
Es lo que tiene improvisar, tomar decisiones muy tarde o desentenderse directamente de la realidad que viven hoy los andaluces y andaluzas, que han visto cómo la vuelta al cole ha sido la más cara de los últimos años debido a que el Gobierno andaluz ha subido un nueve por ciento de media el precio de los comedores escolares, el aula matinal y las actividades extraescolares. Hoy, una familia que tenga a un hijo o a una hija inscrita en estos tres servicios está pagando casi 100 euros más que cuando Moreno Bonilla llegó a la Presidencia de la Junta, algo que resulta inadmisible en el contexto económico en el que nos encontramos.
De la misma manera, tampoco parece ser que el Gobierno andaluz esté por la labor de poner en marcha un plan que, de manera progresiva, culmine en la gratuidad de la educación infantil de 0 a 3 años o de reforzar la atención al alumnado con mayores dificultades, a los que Moreno Bonilla dejó la pasada legislatura sin el número de profesionales suficientes para atender sus necesidades educativas especiales. Con el comienzo del nuevo curso escolar, nada hace pensar que esta demanda de padres y madres sea una prioridad para su gobierno.
Si el presidente andaluz sigue sin estar a la altura de las circunstancias a la hora de apoyar a las familias andaluzas, algo parecido podemos decir de su gestión en cuanto a las nuevas infraestructuras educativas que necesita la provincia. La parálisis de las inversiones en estos últimos cuatro años ha provocado la saturación de las aulas en muchos centros educativos y un considerable aumento de los ‘barracones’, término acuñado por el Partido Popular cuando estaba en la oposición, que hoy acogen a más de 3.000 escolares en Almería.
Conviene recordar que este roto a la educación se produce mientras Moreno Bonilla toma partido por los más ricos, a los que les ha hecho un regalo fiscal de 5.500 euros, pese a que muchas familias almerienses tienen serias dificultades para pagar los gastos extraordinarios del comienzo del curso escolar. Por lo tanto, no es que el Partido Popular no esté dando ni una a derechas, que también, es que las está dando todas para el mismo sitio. Pura ideología.