La llegada de Núñez Feijóo a la presidencia del PP después de la sonada destitución a la que fue sometido Pablo Casado por sus propios compañeros en un movimiento liderado por Isabel Díaz Ayuso, vino acompañada por una campaña, a todos los niveles, de blanqueo de su personaje. En ella se ha tratado de dibujar una imagen de Feijóo de moderado, de líder y de gran gestor, pero nada más lejos de la realidad.
Tan sólo han pasado unos meses para que en la sociedad española se haya desmontado esa construcción que, por otro lado, es la misma estrategia que ha seguido la derecha española con otros supuestos ‘líderes’ como ocurrió con su antecesor, que pasó de adalid del conservadurismo a un paria al que era mejor no acercarse. Y ahí medró mucho la mano del ‘moderado’ Feijóo.
La última jugarreta protagonizada por Feijóo ha dejado perplejos y preocupados a propios y extraños y ha evidenciado que el político gallego no es más que un juguete en las manos del ala más radical del PP que lidera Díaz Ayuso y de los poderes fácticos que también prefieren a la presidenta de Madrid. La ruptura de las conversaciones para la renovación del CGPJ -cuando estaba prácticamente cerrado el acuerdo- después de 5 años caducado e incumpliendo, por parte del PP, el mandato constitucional evidencian la posición de confrontación de este ‘nuevo PP’, que no deja de ser el PP reaccionario y anti patriota de toda la vida.
El PP es un partido que tan sólo cumple cuando le interesa, que se llama ‘constitucionalista’, pero que solo lo es de fachada. Es el partido de la ‘ley del embudo’.
En estos pocos meses que han transcurrido de liderazgo de Alberto Núñez Feijóo hemos visto cómo pedía el PP, por un lado, que se aumentara el gasto y, por otro lado, que se redujera. El PP ha tratado de torpedear y ha criticado por tierra, mar y aire la excepción ibérica conseguida por Pedro Sánchez en Europa para, después, enarbolarla, como si nadie en este país tuviera memoria para echárselo ahora en cara al señor Feijóo y a su equipo. El PP es un partido que ha solicitado la bajada del IVA de la electricidad y el gas pero que, a la hora de la verdad, votó en el Congreso en contra de estas medidas promovidas por el Gobierno de España. Y estos son sólo algunos ejemplos.
Esta doble personalidad de Feijóo y, por tanto, de este ‘nueviejo’ PP manifiestan un peligro para nuestro país, porque tienen un dirigente sin hoja de ruta que marcha a la deriva.