La hipocresía del Partido Popular es máxima en cuestiones de igualdad y de lucha contra la violencia de género. No se cortan lo más mínimo. Sus dirigentes son capaces de torear en dos plazas. En una, se ponen el traje de luces para lamentar “la lacra” y mientras, en la otra, sacan a hombros a los de Vox, la formación de extrema derecha que niega la existencia de la violencia de género y que, por ejemplo, le ha obligado al PP en la Comunidad Valenciana a cambiar el nombre de la Consejería de Igualdad por el de Familias, como si fueran la misma cosa.
De esta comunidad es el cabeza de lista de Vox que fue condenado por maltrato continuado a su exesposa a la que le profirió todo tipo de insultos y amenazas durante años. A este respecto, Núñez Feijóo parece justificarlo o, al menos, restarle la contundencia que merece argumentando que el ultraderechista tuvo un “divorcio duro”. En la violencia machista, la que mata y humilla a las mujeres, no hay justificación ninguna y toda la sociedad debería tomar nota del blanqueo permanente del PP a esta cuestión y a los desvaríos de Vox sobre la misma.
Por eso, las y los socialistas decimos que este 23J nos jugamos muchísimo, porque ya sabemos que la irrupción de la extrema derecha en las instituciones públicas se ha convertido en realidad de la mano del partido de Alberto Núñez Feijóo, y si una parte de la sociedad puede sentirse especialmente amenazada por la gestión de las derechas son las mujeres. Les quieren hacer retroceder en derechos con la eliminación de la Ley de Igualdad y la Ley contra la violencia de género, pero es que no hay que olvidar que el PP votó en contra de estas dos leyes, como también negó a las mujeres la Ley de salud sexual y reproductiva, o la Ley de atención a las personas dependientes al derogar una parte muy importante: el derecho a la cotización de las mujeres cuidadoras; una injusticia que ha venido a solventar, como tantas otras, el Gobierno progresista de Pedro Sánchez.
Votar al PP es darle a Feijóo carta blanca para pactar con la extrema derecha y, por lo tanto, seríamos testigos del exterminio de todas las leyes sociales que tanto trabajo nos ha costado sacar adelante para proteger al 52% de la población, que son las mujeres. En estas elecciones municipales, PP y Vox han materializado 187 acuerdos con la misma exigencia: mermar los derechos de las mujeres.