La ciudadanía habló alto y claro el 23J: quiere un Gobierno progresista y que lo siga presidiendo Pedro Sánchez. Este es el resultado que se extrajo de las urnas y del que todos y todas debemos felicitarnos. Los votantes han reconocido el buen trabajo realizado durante estos cuatro años y que ha liderado el secretario general del PSOE de quien, hoy más que nunca, nos sentimos especialmente orgullosos porque ha sabido navegar y capitanear el barco en tiempos de máximas tempestades y nos ha llevado a buen puerto.
La gente, como digo, ha escogido progreso, y lo ha hecho por diferentes motivos. El primero, porque sabe que funciona. Nuestro país está avanzando con leyes que han cambiado la vida de las personas y que están mejorando nuestra economía, que crece por encima de la media europea. Pedro Sánchez es el rostro del buen hacer, del buen gestor, del que se sitúa junto a su gente. Es el rostro del aumento de las pensiones, del salario mínimo, de las becas, del ingreso mínimo vital, de los ERTE, del aumento de la dependencia, de la ley de Eutanasia, de la lucha contra el machismo y sus violencias hacia las mujeres, del impulso a la formación profesional, del acceso a la vivienda para los jóvenes y del presidente de un país que es aplaudido y reconocido entre el resto de naciones de su entorno. Con Pedro Sánchez todo son buenas noticias.
En Almería, los votantes saben que Pedro Sánchez es sinónimo de la llegada del AVE en 2026 y de los grandes proyectos hídricos que paliarán los efectos de la sequía y nos permitirán regar nuestros campos que son nuestro motor económico. Pero Pedro Sánchez también es el rostro del Cable Inglés, del castillo de Tabernas, de la rehabilitación del Hospital Provincial, de la ampliación del paseo marítimo de Almería, de la gestión de Fondos Next Generation que harán posible el Hospital de Roquetas, el edificio de consultas externas de Torrecárdenas y la puesta en marcha del PET TAC, así como de la llegada de la banda ancha a todos los pueblos de la provincia y de importantes proyectos energéticos que removerán nuestra economía.
Las urnas se llenaron de votos progresistas, de igual modo, porque la gente dijo ‘no’ a los embustes del PP y rechazó al candidato Feijóo que esparce odio y siembra dudas sobre el sistema democrático y constitucional que, pese a lo que diga el PP y que ya nadie les cree, funciona.