España sigue adelante, esa es la gran noticia que nos deja el debate de investidura de esta semana y en el que Pedro Sánchez ha conseguido la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, que es donde se encuentra representado el pueblo español y donde cada escaño que ocupan los diputados y diputadas se obtuvo de la misma forma: en las urnas que se pusieron en las elecciones generales del pasado 23 de julio. Esto quiere decir que esta mayoría parlamentaria, que ha conseguido aglutinar el PSOE, ha decidido de manera democrática y absolutamente legítima que Pedro Sánchez sea nuestro presidente y que pueda conformar un nuevo gobierno, tal y como está establecido en nuestra Constitución. Esto es una obviedad pero, visto lo visto, conviene recordarlo.
Frente al bloque del bloqueo, donde se han quedado solos PP y Vox, existe una mayoría que ha votado avanzar, con medidas para que los trabajadores puedan tener más y mejores empleos, subir las pensiones, aumentar el poder adquisitivo de las familias, seguir reforzando el Estado del bienestar o avanzar en convivencia.
El Gobierno de coalición va a desarrollar una gran agenda social que nos permita seguir avanzando como una de las grandes referencias en Europa en crecimiento económico, empleo y derechos. Además, la Presidencia de Pedro Sánchez nos garantiza que continúen las inversiones para finalizar el AVE y doblar los recursos hídricos de los que disponemos en la provincia. En ese sentido, pueden estar tranquilos los agoreros que lo han puesto en duda en estos días.
El Gobierno que saldrá de esta investidura seguirá luchando de manera decidida contra la violencia de género, cuya conmemoración anual tendrá lugar el próximo día 25 y donde volveremos a comprobar que la ultraderecha, socio preferente de ese PP que también representa Juanma Moreno, se volverá a apartar.
Feijóo ha vuelto a demostrar en el debate de investidura del ya presidente Pedro Sánchez, que el gran problema que tiene no es la amnistía, como ha querido hacer ver, sino que no acepta el resultado electoral. Hemos podido ver al líder del Partido Popular alineado de nuevo con la ultraderecha, sin propuestas y rechazando el diálogo como herramienta para superar los retos que tiene hoy nuestro país para avanzar en algo tan fundamental como es la convivencia.
El PP es hoy un partido que ha sido parasitado por Vox, incapaz de romper con el negacionismo que representa la ultraderecha, a la que le debe gobiernos autonómicos y municipales que están desarrollando una agenda que huele a naftalina. Por eso, es una enorme alegría que hoy en España vuelva a correr el aire fresco, que buena falta hace.