Las energías limpias han batido este año un récord histórico en España y ya representan más de la mitad de la electricidad que se consume en el país, con una cuota cercana al 51% en 2023, frente al 42,2% que supuso en 2022, lo que significa que las renovables han producido más electricidad que el gas, el carbón o la nuclear. Esta buena noticia no solo se traduce en la notable reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, -con todo lo que eso significa-, sino que también supone un importante ahorro para el bolsillo de los consumidores.
La crisis energética, que ha disparado el coste de los combustibles fósiles y, por lo tanto, el precio de la luz durante muchos meses, nos deja algunas lecciones y una certeza: el descomunal error que supuso para el desarrollo de las renovables las decisiones que tomaron los gobiernos del Partido Popular.
El absurdo impuesto al sol, tal y como se conoció en su momento el gravamen al autoconsumo aprobado por Rajoy, pero que en realidad perseguía que las eléctricas no perdiesen dinero, fue derogado por el Gobierno de Pedro Sánchez al poco de pisar la Moncloa y desde entonces las renovables no han parado de crecer en España. De hecho, somos uno de los países que más rápido las están desplegando a nivel mundial.
Para que se hagan una idea, el pasado mes de noviembre las energías limpias aportaron más del 60% del total de la producción de electricidad en España. Frente a incrédulos y negacionistas, las cifras hablan por sí solas y hoy, afortunadamente, podemos afirmar que el futuro que nos quisieron sustraer ya está aquí y que, en estos cinco años de gobierno de progreso, España se ha convertido en un referente europeo en la generación de energía verde.
Por sus condiciones para el desarrollo de estas energías, Almería se sumó hace ya muchos años a esta revolución energética, en la que está inmersa España, con aquellos primeros molinos de viento instalados en la comarca de Nacimiento. También con la Plataforma Solar de Tabernas, reconocida internacionalmente como el mayor centro de investigación y desarrollo de Europa dedicado a estas tecnologías.
Hoy, nuestra provincia está muy bien posicionada para el desarrollo de nuevos proyectos e instalaciones eficientes, que han de ser respetuosos con los valores ambientales y consensuados con los municipios. En los próximos años debemos continuar por este camino para cumplir los objetivos que nos hemos marcado todos los países miembros de la Unión Europea: llegar a 2030 con una notable reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y, de esa manera, atender la crisis climática a la que nos convoca diariamente nuestro planeta.