La Junta de Andalucía deja sin ejecutar 4.500 millones de euros de fondos europeos.La Junta deja sin gastar 370 millones en ayudas a empresas y debe devolver el dinero al Estado. Andalucía devuelve 119 millones de fondos europeos para guarderías públicas. La Junta devuelve al Ministerio de Cultura 1,5 millones de euros en ayudas a proyectos y guiones de cine…
Hay titulares de prensa que se entienden mucho mejor cuando los unimos y nos ofrecen una idea de conjunto. Un hilo de noticias, como el anterior, que desmonta la idea que el Partido Popular ha pretendido instalar en el subconsciente de muchas personas sobre su supuesta buena gestión en la Junta. Nada más lejos de la realidad.
Ya no es solo que no gasten las transferencias que les hace el Gobierno de España para impulsar cuestiones tan relevantes como la educación infantil pública de 0 a 3 años, que no gestionen las ayudas a las empresas; a los jóvenes, a través del Bono Alquiler, o a la cultura, es que tampoco son capaces de ejecutar ni sus propios presupuestos. De hecho, el Gobierno de Moreno Bonilla apenas gastó el 22% de las inversiones consignadas para Almería en 2023.
Con todo, lo peor se encuentra debajo de las alfombras de los servicios públicos, donde la sanidad es la que peor parada sale con listas de espera kilométricas en las que se encuentran muchas personas que no pueden esperar. Por ello, es incomprensible el empecinamiento en el que se ha instalado el Partido Popular que, en lugar de dignificar los salarios y las condiciones laborales de los profesionales sanitarios, sigue desviando decenas de millones a clínicas de pago con el mantra de que faltan médicos- que sí, que faltan-, menos en la privada. Ahí no hay problema, qué curioso. Y todavía nos tendremos que alegrar en Almería de no tener que ir hasta Lorca, tal y como había apuntado en un principio el gobierno de Moreno Bonilla. En nombre de todos los almerienses y las almerienses, gracias por nada.
Como el Titanic, este barco hace aguas mientras la orquesta sigue tocando como si no pasara nada, pero pasa. Y pasa que Andalucía tiene al frente de la Junta a un presidente que se permite el lujo de presumir de gestión desde la poderosa inversión publicitaria que realiza, cuya partida- esta sí- gasta al 100%. Sin embargo, Moreno Bonilla carece de lo más elemental: de un compromiso real con esta tierra y con su gente, a la que da la espalda con sus constantes desatinos. Al fin y al cabo, es lo mínimo que se esperaría de alguien que administra los recursos de los andaluces y andaluzas con esta absoluta insolvencia.