Díaz desvela que no está firmado por ningún funcionario y se pregunta si alguien cree que 1.500 personas entren en 100 metros, que es lo que el estudio dice que se ganará
El concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Almería, Cristóbal Díaz, ha asegurado que el informe económico sobre la Plaza Vieja que el Partido Popular, con el alcalde a la cabeza, ha estado esgrimiendo para defender la eliminación de El Pingurucho y de los árboles que se encuentran en el espacio ha sido “hecho ex profeso para justificar un posicionamiento ideológico”.
Después de estudiar el documento, que ha sido remitido por el equipo de gobierno municipal a los socialistas más de nueve meses después de solicitarlo oficialmente, Díaz ha afirmado que “ni es un planteamiento económico ni se puede considerar un informe, porque son unos datos inventados que no se pueden contrastar de ninguna forma”. En una Plaza Vieja en la que en estos momentos se celebran las Cruces de Mayo, lo que visualiza claramente que la celebración de actividades no es incompatible con los árboles o con El Pingurucho, el edil ha aseverado que “lo que han hecho, al fin y al cabo, es conseguir un pequeño argumento, y débil, para que el alcalde se envuelva en el mismo y justificar un posicionamiento ideológico” en cuanto a la retirada del monumento a Los Coloraos.
Entre lo más llamativo del estudio, del que no se responsabiliza nadie ya que no ha sido firmado por ningún funcionario, se encuentra el dato de que con una Plaza Vieja sin El Pingurucho y sin arbolado se ganarían unos cien metros cuadrados de espacio en los que se podría dar cabida a 1.500 personas, duplicando el aforo actual. “¿Alguien piensa que en un piso de 100 metros cuadrados podrían caber 1.500 personas y, además, sentadas?”, se ha preguntado el concejal socialista, antes de subrayar que en los 2.900 metros disponibles en la Plaza Vieja puede estar ese mismo número de personas, según se recoge en el mismo informe.
“Es totalmente irreal -que 1.500 personas tengan cabida en 100 metros cuadrados- y no tiene ningún sentido”, ha afirmado. A partir de ahí, ha explicado que a ese dato le acompañan otros “que no están contrastados y que no se saben de dónde salen” tales como el consumo medio por persona en souvenirs o en gasto en bares. Como consecuencia de duplicar el aforo con la modificación del espacio que el alcalde quiere llevar a cabo, “esos datos se multiplican también por el doble”.
Es decir, que según el Partido Popular, “las 1.500 personas que vienen ahora a la Plaza Vieja lo hacen todo: consumen souvenirs, van de bares… y que los 1.500 más que se podrían acoger en los apenas 100 metros cuadrados que se ganarían van también a consumir y a comprar, todo el doble”, ha expuesto.
Por todas esas cuestiones dudosas, los socialistas han avanzado que solicitarán por escrito “la justificación de este informe, que no nos extraña para nada que ningún funcionario haya firmado y haya querido hacerse responsable”.
Explanada enlosada
Para el PSOE, según ha querido dejar claro el edil, “la cuestión económica tampoco debe ser determinante a la hora de eliminar, como quiere hacer el Partido Popular, una seña de identidad de Almería, una seña de la Libertad y de la Democracia en esta ciudad como es El Pingurucho”. “¿Qué hay detrás de esta justificación inútil para querer eliminar este monumento a la Libertad que está junto al Ayuntamiento, que es donde debe de estar?”, ha querido preguntar abiertamente Cristóbal Díaz.
Además, desde la bancada socialista han lanzado un mensaje a favor del arbolado con el que cuenta ahora la Plaza Vieja, “que no puede convertirse en una explanada enlosada y gris”, según se desprende de las imágenes del proyecto que tiene en cartera el equipo de gobierno popular. En ese sentido, el concejal ha remarcado que se trata “de una plaza que tiene su propia identidad, que necesita de esta sombra que dan los árboles y de los bancos para que, de ese modo, las personas puedan disfrutarla sin tener que pasar por caja”.
Y es que, ha remarcado para concluir, en este debate se tienen dos vertientes. La primera, “la de eliminar a toda costa un monumento que no se pudo eliminar hace años y una idea que ahora se quiere retomar”; mientras que la segunda pasa “por tratar de crear un secarral donde nadie pueda sobrevivir salvo dentro de un bar”.