Ruano advierte al PP del serio riesgo para la salud que supone la presencia de esta plaga en la zona infantil
El concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Almería, Antonio Ruano, ha exigido al alcalde de la ciudad que frene el abandono en el que se encuentra el parque de Los Pinos de El Alquián y que actúe de forma inmediata para acabar con la plaga de procesionaria que se ha extendido por el arbolado.
Asimismo, el responsable socialista ha advertido al equipo de gobierno del Partido Popular del serio riesgo para la salud que supone la presencia de esta plaga, especialmente en la zona infantil, donde juegan los niños y niñas del barrio, y que es frecuentada también por personas mayores.
“No es tolerable que en El Alquián, donde se encuentra uno de los parques más importantes de nuestros barrios, exista un absoluto abandono por parte del Partido Popular, con árboles secos, falta de riego, deterioro de plantas autóctonas, farolas en mal estado con riesgo de descarga eléctrica y animales muertos que no son retirados, como palomas”, ha denunciado.
Desprecio del PP
En su opinión, lo que está ocurriendo en este parque, al que cada día acuden numerosas personas de todas las edades, “no es más que un ejemplo del desprecio del alcalde y de los concejales de su equipo de gobierno hacia los barrios de la ciudad más alejados del centro”.
Según Ruano, el barrio de El Alquián está “abandonado a su suerte” y “sufre de forma continua la política de promesas incumplidas del PP, pues son muchas las ocasiones en las que el propio alcalde ha anunciado mejoras para esta zona de la ciudad, que nunca se han traducido en realidades”.
“El PP tiene que asegurar el mantenimiento del parque de Los Pinos, pero no trabaja para ello”, ha manifestado el concejal del PSOE, al tiempo que ha preguntado al alcalde “dónde están las barbacoas que usted prometió que iba a poner” en esta zona tan frecuentada por los vecinos del barrio.
“Lo único que sabemos”, según el responsable del PP, “es que las carencias que sufre El Alquián se van acumulando, para gran malestar de los vecinos y vecinas, que ven cómo su barrio se va deteriorando día a día, sin que nadie del equipo de gobierno atienda sus quejas, algo que resulta más indignante, sobre todo, porque se trata de actuaciones de mantenimiento que requieren poca inversión y que podrían resolverse sólo con un mínimo de voluntad política”.