Ramírez: “La administración Frankenstein del PP abusa de mezclar lo público, lo privado y las colaboraciones y ahonda en trabajadores con diferentes derechos”
La concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Almería, Amparo Ramírez, ha trasladado la oposición de su grupo a que el alcalde ponga en manos privadas la gestión de la nueva Biblioteca Central José María Artero, que ha costado a los almerienses más de 3 millones de euros, junto con la de las cuatro salas de barrios que componen la actual red de bibliotecas municipal. En la actualidad, según pudo confirmar la concejala con una pregunta elevada en pleno al gobierno municipal, se están elaborando los pliegos de condiciones para poder sacar a concurso un contrato de servicios a una empresa que se haga cargo de esta gestión y que, fundamentalmente, conllevará la contratación de personal.
“El alcalde y el PP no tienen excusa alguna para poner en manos privadas la gestión de la Biblioteca Central y del resto de salas en los barrios ya que podrían, como han hecho con otras cinco categorías profesionales que se necesitan cubrir dentro del Ayuntamiento, convocar bolsas de trabajo para que cualquier ciudadano pueda acceder a esos puestos”, ha explicado. Eso para empezar, ya que “además, también tendría que dar la posibilidad de acceder a esas plazas a los funcionarios del Ayuntamiento que cumplan con los requisitos, a través de un proceso de promoción interna”.
En ese sentido, ha detallado que con la próxima contratación de personal por parte de una empresa privada para gestionar la red municipal de bibliotecas se ahonda “en la administración Frankenstein del PP”. “Frankenstein porque desfigura los servicios que tendrían que ser públicos al mezclar abusivamente la fórmula de gestión pública, privada y las colaboraciones con entidades. Y eso provoca que podamos encontrarnos con tres tipos diferentes de empleados, con distintos derechos y condiciones laborales: Los funcionarios; becarios que cobran 350 euros al mes, y los futuros trabajadores de una empresa privada”, ha subrayado Ramírez.
De ese modo, y según ha lamentado la concejala socialista, “esas diferencias entre los trabajadores suponen un agravio y solamente pueden conducir a malestar y a conflictos de personal que terminan repercutiendo, aunque no se quiera, en la atención y en el servicio que reciben los almerienses”.
Salas en barrios con becarios
En la actualidad, según ha constatado Amparo Ramírez, “los funcionarios destinados a la red de bibliotecas municipal vienen prestando a turnos sus servicios en la nueva Biblioteca Central, que también está asistida por 10 becarios del programa Ícaro de la UAL”. El destino del personal del Ayuntamiento a estas nuevas instalaciones ha hecho que las salas de La Chanca-Pescadería, Los Ángeles, Cabo de Gata y El Alquián, “no tengan a su cargo a ningún funcionario y se atiendan, cada una de ellas, por un becario y por un empleado contratado en los programas de la Junta de Andalucía, que finalizan el 30 de marzo”.
Según Ramírez, “es evidente que se requiere de personal para poder prestar un servicio de calidad en la red de salas y bibliotecas de la ciudad, pero también que el alcalde ha tenido mucho tiempo para prever soluciones a la situación”. Pero, ha remarcado, “dentro de su pésima gestión, tampoco le ha interesado hacerlo por dos razones: porque se ve incapaz de hacerlo bien y porque prefiere dar contratos a empresas privadas e ir externalizando todo lo posible los servicios municipales”. “Sea como sea, con esta última decisión el alcalde queda completamente desacreditado para poder hablar de la creación de empleo de calidad o de unos servicios municipales que avancen a la excelencia”, ha resaltado.
Planeado hace más de 1 año
Cabe recordar que, precisamente, fue el voto de calidad del alcalde el que tumbó una iniciativa socialista elevada a pleno en septiembre del año pasado para garantizar la gestión pública de la nueva Biblioteca Central, en la que se han invertido más de 3 millones de euros de los almerienses.
Por ello, Ramírez ha concluido señalando que “está claro que el alcalde lo tenía planeado desde hace más 1 año y, simplemente, porque en el Partido Popular no creen en la gestión pública, por su incapacidad de gestionar bien, y porque antepone como norma determinados intereses privados a los generales, obviando en este caso los inconvenientes que puede acarrear dejar en manos privadas los servicios de la red de bibliotecas”.