La portavoz socialista ha recordado que el PSOE llevó el agua a las casas de los almerienses porque es «un bien público» y su acceso, un «derecho fundamental»
La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Almería, Adriana Valverde, ha mostrado el apoyo de su grupo «a la desalación de agua para abastecer las demandas hídricas de los hogares almerienses y de las explotaciones agrícolas de nuestra Vega», en el Pleno Extraordinario celebrado hoy en el Consistorio para debatir sobre el aumento de la tarifa del agua y el alcantarillado de la ciudad en un 20 por ciento, aprobada por el equipo de gobierno del Partido Popular y el concejal no adscrito.
«Sí a la desalación, sí a la puesta en marcha de un Plan de Sostenibilidad de Recursos Hídricos, consensuado con los regantes; sí a la garantía de agua potable y regadío a los habitantes del medio rural y urbano, estudiando el impacto de los sondeos de la desaladora en el acuífero del Bajo Andarax para evitar su salinización», y «sí a un precio del agua asequible y transparente para que no suponga un aumento del coste al ciudadano».
Además, la portavoz socialista ha abogado por garantizar el agua potable y de regadío a los habitantes del medio rural y urbano, con aguas regeneradas y aplicando criterios de economía circular; por optimizar el gasto energético, con la utilización de energías renovables, y por hacer una evaluación del coste del agua, lo que realmente cuesta, no lo que vale».
Tutela pública
Asimismo, ha reivindicado un gran acuerdo social y político sobre el agua, atendiendo tres premisas: sostenibilidad en la planificación y gestión, defensa de la titularidad pública frente a cualquier intento de privatización, y asegurar el suministro a todos los almerienses. «Es demasiado importante el derecho al agua como para dejarlo en manos de una empresa concesionaria sin la debida tutela pública y sin la necesaria transparencia y participación ciudadana, y es obligación de este Ayuntamiento lograr que ninguna familia almeriense sea privada del suministro de agua y servicio de saneamiento para cubrir sus necesidades vitales básicas por razones económicas», ha enfatizado.
A este respecto, la portavoz socialista ha recordado que «el PSOE es el partido que llevo el agua potable a las casas de todos los almerienses y es también el que apoya la desalación, al cien por cien, como el principal sistema de obtención de agua potable». «En un corto espacio de tiempo, con el nuevo Plan Hidrológico, nos podemos encontrar con la sorpresa de que solo se podrá obtener el 20 por ciento de agua potable de acuífero y tener que utilizar 80 por ciento de agua desalada».
Por eso, ha calificado de «imprescindible» el aumento de producción de agua de la desaladora y ha recordado la moción socialista aprobada por unanimidad en el Pleno del pasado 9 de octubre, donde se acordó solicitar a la Junta de Andalucía un estudio sobre el impacto que tendría en el acuífero del Delta del Río Andarax el aumento de más bastidores de la desaladora, «estudios que, a fecha de hoy, ni siquiera sabemos si han sido encargados», así como las medias preventivas a adoptar, que permitan simultanearlo con los usos legítimos de riego de nuestra vega, manteniendo en optimas condiciones el acuífero del bajo Andarax, ante «la situación de vulnerabilidad».
Según ha señalado, «hace falta diálogo permanente entre regantes, consumidores y las administraciones» competentes en la materia, «con transparencia y sin guerras del agua, además de trabajar por la sostenibilidad global de nuestros recursos hídricos, igual que se está haciendo en la comarca del Poniente». «Hoy más que nunca debemos manifestar que el agua debe estar por encima de cualquier consideración de orden político o económico, por ser un elemento indispensable para la vida y un bien publico, además de un derecho reconocido por la ONU», ha manifestado.
Negocio del agua
En este sentido ha asegurado que «el equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento no tiene una política de agua, sino un negocio del agua». Según Valverde, «analizando las modificaciones de contratos en el expediente de esta concesión, se observa claramente, que Aqualia no se mueve por intereses públicos, sino por un interés empresarial, creando necesidades para llevar la concesión hasta el infinito». «El Ayuntamiento debería, como poder público que es, tener mas control sobre esta concesión», ha añadido pues en las distintas modificaciones de la misma han permitido que Aqualia haya hecho «rehenes» a todos los almerienses.
«Lo que en los años 90 era una concesión de servicios público de abastecimiento y distribución de agua potable y saneamiento, se ha convertido hoy para el Ayuntamiento en una relación de sumisión a la concesionaria, a la que ni controla ni fiscaliza debidamente la gestión de este servicio esencial», ha añadido finalmente. «La falta de identificación de bolsas de pobreza hídrica, la infravivienda y los riesgos de inundación pone en evidencia el desprecio del PP hacia los mas vulnerable, limitando el derecho al agua y al saneamiento reconocidos por la ONU desde 2010.», ha manifestado.