OPINIÓN. Las cuentas del agua
Las lluvias de la pasada primavera dejaron unos imprevistos recursos hídricos en una provincia, como la nuestra, acostumbrada a ver pasar las nubes de largo en no pocas ocasiones. Aquellas precipitaciones colmataron fuentes, permitieron embalsar agua y aliviaron la situación de los acuíferos. En definitiva, fueron una auténtica tabla de salvación para Almería y, fundamentalmente, para nuestra agricultura, sobre todo si vemos lo que ha venido después: una pertinaz sequía y el aviso de restricciones en algunas provincias andaluzas. No ha sido el caso de nuestra tierra, afortunadamente.