OPINIÓN. Barra libre al desconcierto
Como si de una orquestada ceremonia de la confusión se tratara, la gestión de Moreno Bonilla de la pandemia en Andalucía está resultando caótica. Sus decisiones, plagadas de continuos vaivenes y contradicciones, se han convertido en una suerte de espectáculo de lo absurdo en el que siempre termina culpando de sus propios errores a los demás.