El Grupo Socialista y Sumar registran una iniciativa para promover un pacto de Estado contra la pobreza infantil

Inés Plaza durante el registro de la PNL
Inés Plaza durante el registro de la PNL

La PNL propone blindar los servicios públicos esenciales, como sanidad y educación, y que se establezca un mecanismo de gobernanza y monitoreo formado por el Ministerio de Juventud e Infancia, los partidos políticos firmantes, las instituciones competentes y la sociedad civil

El Grupo Parlamentario Socialista y Sumar han registrado una proposición no de ley (PNL) en el Congreso de los Diputados para promover un gran pacto de Estado -social, político e institucional- para acabar con la pobreza infantil en nuestro país. La iniciativa conjunta de ambas formaciones se propone haber logrado su reducción en, al menos, 713.000 niños y niñas para 2030.

España tiene unos datos de pobreza infantil altos para ser la cuarta economía de la Unión Europea y superiores a los del resto de la población, lo que muestra un problema estructural. De hecho, y como recoge la PNL, un estudio realizado en 2022 por la Universidad de Gerona, y apoyado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, muestra que la pobreza en España se hereda y que los niveles de pobreza infantil son extraordinariamente altos y apenas varían con los años, lo que evidencia un problema estructural que requiere de medidas transformadoras que brinden una igualdad real a todos los niños, niñas y adolescentes. Además, en los últimos años, muchos hogares vulnerables han visto empeoradas sus condiciones socioeconómicas como consecuencia de la COVID-19 y de las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania.

Avanzar en los derechos y la protección de la infancia

El Gobierno de España trabaja desde 2018 para avanzar en la protección y promoción de los derechos de la infancia y tiene como prioridad reducir y erradicar la pobreza infantil, tras años de negacionismo político y de congelación de las ayudas destinadas a la infancia y la adolescencia más vulnerable, como son los niños y niñas con discapacidad, en hogares monomarentales/monoparentales, de origen migrante, de etnia gitana, extranjeros sin referentes familiares, solicitantes de asilo o protección internacional y temporal y víctimas de trata o explotación sexual, entre otros.

La iniciativa tiene como objetivo seguir elevando las políticas de infancia a la primera línea política y blindar los servicios públicos esenciales, como la educación, la sanidad o los servicios sociales. Contempla, asimismo, que se adopten medidas decisivas para romper los ciclos intergeneracionales de la pobreza, las desigualdades en la primera infancia, la discriminación, la segregación, la exclusión y la desventaja social.  Para ello, promoverá un mecanismo de gobernanza y monitoreo formado por el Ministerio de Juventud e Infancia, los partidos políticos firmantes, las instituciones competentes y la sociedad civil.