Juan Carlos Pérez Navas, candidato del PSOE de Almería al Senado
Los meses de inicio de curso son momentos para reflexionar y propiciar debates en torno a la educación pública y lo que para nosotros, los socialistas, supone: una garantía de igualdad y solidaridad.
Esa apuesta figuraba en nuestro Programa Electoral del 28A y ocupaba, de manera transversal, gran parte de nuestras propuestas. Ahora están, si cabe, más enriquecidas tanto con las nuevas aportaciones de los colectivos implicados en la ronda de contactos de Pedro Sánchez de agosto con los que se ha contado para la elaboración de la Propuesta de un Programa Progresista y, además, recientemente las propuestas educativas están en los 35 compromisos para gobernar y hacer avanzar ahora a este país tras el bloqueo al que derecha e izquierda nos han sometido pese a que el PSOE ganó los comicios.
Son cuestiones que no pueden esperar más, sobre todo cuando contemplamos lo que, por ejemplo, sucede en Andalucía con la derecha, que está atacando a la educación pública en una comunidad que está siendo noticia por los recortes presupuestarios y por un descenso de los niveles de calidad de la educación como servicio público. Un área que está siendo maltratada en un Presupuesto andaluz que, pese a crecer, lo hace de forma muy insuficiente respecto al ritmo y a la tendencia de los gobiernos socialistas en la Junta de los últimos años. Por culpa de las derechas se han cerrado 411 unidades educativas públicas en toda Andalucía, 31 de ellas en escuelas rurales -11 en Almería-, y se ha expulsado del sistema a 2.500 interinos, a la vez que aumenta el concierto con la educación concertada, se bajan las partidas para las personas adultas y para las enseñanzas de régimen especial y desciende la formación de nuestros docentes. También se ha recortado de manera preocupante en ayudas y servicios a las familias con lo que PP, Ciudadanos y Vox están demostrando una gran insensibilidad y conciben, de manera peligrosa, un concepto de educación e igualdad muy alejado de lo que debiera ser en un claro intento por desprestigiar nuestra educación pública mermando sus servicios.
Por estos motivos, urge acordar un gran Pacto educativo nacional como proponemos los socialistas con una Ley básica que derogue la LOMCE y negativas consecuencias que permiten, entre otras cuestiones, estos ataques que comprobamos en nuestra tierra y en nuestra provincia. Desde el PSOE queremos blindar la educación pública para convertirla en eje vertebrador del sistema educativo, que agilice medidas para garantizar la inclusión y la eliminación de la segregación escolar con el mantenimiento, al mismo tiempo, de centros de educación especial allí donde el alumnado lo necesite, y que combata el fracaso escolar y el abandono prematuro.
Los socialistas queremos para España algo que ha hicimos en Andalucía, y es la universalidad de la Educación Infantil bajo una red pública que garantice una oferta suficiente de plazas públicas para niños y niñas menores de 3 años y la consiguiente contratación de más docentes y de personal para su atención. Queremos la gratuidad de los libros de texto, un Plan Estratégico para la Formación Profesional que desde la digitalización aplicada al sector productivo nos permita generar empleo de calidad y, todo ello, bajo el compromiso público del PSOE y de su candidato, Pedro Sánchez, de situar la inversión pública en España en un 5% del PIB para el 2025 y colocarnos, así, en la media de los países de nuestro entorno.
Por eso, no hay tiempo que perder y ahora toca más responsabilidad y más sentido de Estado para afrontar la Educación como pilar básico de la España moderna a la que aspiramos desde el PSOE y que se haga desde la generosidad y el diálogo, con más confianza, pero sin un paso atrás en libertades o en pérdida de igualdad. Que tanga más altura de miras y más justicia social, porque ahora vamos a transformar este país en la España que nos merecemos y queremos evitar, a toda costa, que la derecha nos lleve nuevamente a la involución, a la pérdida de derechos, a recortes y a mayores desigualdades que promueven allí donde empiezan a gobernar y que tampoco cesa donde llevan gobernando años.