Una de las constantes de estos seis años de gobierno del Partido Popular en Andalucía ha sido su falta de compromiso con la conservación y la protección de los espacios naturales. Tanto Moreno Bonilla, como el hasta hace poco titular de la cartera de Medio Ambiente, Ramón Fernández-Pacheco, han dado sobradas muestras de que su mal llamada ‘revolución verde’ en realidad es tan solo simple postureo.
El presidente de la Junta llegó al cargo en 2019 comprometiéndose a convertir Andalucía en un referente mundial en la lucha contra el cambio climático y en la preservación del medio ambiente, pero sin embargo todo lo que ha hecho de una punta a otra de Andalucía -por acción u omisión- ha ido en contra de esa promesa. Desde su intento de regularizar cientos de hectáreas de regadíos ilegales en el Parque Nacional de Doñana, hasta todo lo ocurrido en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar ha supuesto una enmienda a la totalidad de su discurso ‘verde’.
El empeño del Gobierno andaluz del Partido Popular de permitir la construcción de un hotel en Los Genoveses en contra del sentido común, haciendo oídos sordos a la sociedad o retorciendo la normativa es sencillamente injustificable. Más de 260.000 personas han firmado en contra de este hotel y las asociaciones vecinales del parque natural han mostrado su absoluto rechazo, al igual que lo ha hecho el PSOE y los grupos ecologistas, pero ni aun así la Junta o el Ayuntamiento de Níjar, en manos de PP y Vox, han dado un paso atrás para evitar este monumental despropósito, sino más bien todo lo contrario.
Este desinterés del PP por la conservación de nuestro patrimonio natural no es nuevo, también lo observamos en su momento con su falta de diligencia para evitar la desecación de las Salinas de Cabo de Gata, lo que provocó un grave daño ecológico a centenares de aves que habitaban el humedal. La Junta no se dio por aludida en ningún momento, a pesar de la necesidad de actuar de manera urgente, como tampoco lo ha hecho cuando los alcaldes del Parque Natural de Sierra Nevada han exigido transparencia en la gestión de un espacio protegido que siempre ha sido durante un modelo en el que mirarse.
Por eso, a nadie sorprende a estas alturas que ni la extraordinaria partida que cada año destina el Partido Popular al autobombo en la Junta pueda impedir que al traje de los reyes del ‘ecopostureo’ se le vean ya todas las costuras.