El PSOE de Andalucía escogía la ciudad de Antequera, símbolo y testigo de los grandes hitos que han marcado nuestra autonomía, para conmemorar el día de Andalucía.
Los socialistas afrontamos el 28F con la misma ilusión que siempre y con el orgullo de poder mostrar todos los derechos y los avances que se han conseguido en nuestra comunidad gracias a los gobiernos del PSOE en la Junta de Andalucía. Hay que continuar en esta senda, pero no podemos dejar de mostrar nuestra preocupación al ser la primera vez en 37 años que un Gobierno de la Junta de Andalucía ponga en riesgo nuestra autonomía al formar parte de él partidos que quieren sustraerle al pueblo andaluz y a su autogobierno diversas competencias. Hay partidos que quieren debilitar la autonomía andaluza y que nunca han creído en ella, y lo vienen demostrando con sus proyectos y medidas que atentan contra el autogobierno de nuestra Comunidad Autonomía.
Por eso, el mejor homenaje que le podemos hacer este 28F a la autonomía y a esta valiosa conmemoración es lograr una gran movilización con un único clamor, que será el de no dar un paso atrás en lo conseguido. Para eso, qué mejor que movilizar a quienes creemos en Andalucía y en nuestros derechos de cara a las próximas elecciones del 28 de abril, para que la mayoría progresista de Andalucía y que España no sufra lo que se está dando ya en Andalucía e iniciemos el fin del tripartito ejerciendo el derecho al voto de cientos de miles de andaluces que ven cómo peligra y se amenaza nuestra capacidad y su identidad. Que no se vuelva a caer en el mismo error y no dejemos que la ultraderecha avance en este país.
El 28 de abril servirá para denunciar que el 28F no se negocia, que no se negocia con la libertad de las mujeres, ni con los derechos sociales de Andalucía, ni con nuestras competencias como el nuevo, pero viejo y rancio Gobierno de la Junta de PP, Ciudadanos y Vox, ya ha puesto encima de la mesa del Consejo de Gobierno.
El 28F y el 28A debemos gritar que seremos inflexibles con quienes nos amenazan con destruir lo que varias generaciones de andaluces y andaluzas hemos logrado, y que convivimos en un país con personas de iguales derechos. Debemos decir bien alto que vivimos en una comunidad que quiere, más que nunca, defender la bandera de la igualdad y no jugarnos el sueño compartido de un país entre iguales.
Se trata de seguir avanzando y no de dar pasos atrás, de progresar como lo hemos hecho en una comunidad inclusiva, diversa, moderna, con más derechos sociales, que cuenta con un estado del bienestar fortalecido y que aspiraba cada año a conseguir más retos en educación, en sanidad, en dependencia, en empleo, sin crispación, sin recortes y sin menoscabo de nuestras libertades ni de nuestra igualdad con el resto de territorios.
Queremos una Andalucía abierta y que aspira a más, de la que nadie tenga que marcharse y en la que nadie se sienta perseguido por defender derechos e igualdad. Los socialistas defendemos, como hemos hecho siempre, una tierra que afronte el futuro desde el diálogo, la convivencia y la igualdad. Esos son los colores de la mayor y mejor bandera de Andalucía.