María López Cervantes, alcaldesa de Garrucha
Reconozco que muchas veces nos pasa, eso de que hablamos de unidades urbanísticas por sus siglas, normas o infraestructuras básicas como la línea eléctrica Caparacena-Baza- La Ribina, y lo hacemos de una forma que creemos que todo el mundo nos entiende, pero soy consciente de que no es así y me disculpo por ello, al tiempo que voy a tratar de explicarles la importancia de esa inversión. Verán, Caparacena es una pequeña localidad situada a unos 20 kilómetros de Granada, junto al embalse de Cubillas. Apenas 500 habitantes, rodeada de olivos y entre esas fincas y urbanizaciones está la dichosa estación de Red Eléctrica de la que depende nuestra capacidad de crecimiento. Y lo explico porque lo que se pide es una línea que una Caparecena con Baza y de ahí hasta La Ribina, en Vera, una línea de doble sentido que permita por una parte evacuar la energía limpia que se producirá en los montes de Serón y que nos traiga a la costa la energía suficiente para crecer.
Y cuando les hablo de energía para crecer les voy a dar ejemplos que seguro entenderán. En mi caso, por ejemplo y porque siempre hay que poner al pueblo de una por delante, Garrucha tiene el problema de que cada vez que se quiere acometer un proyecto de zona comercial, viviendas o lo que sea que te plantees que consume energía eléctrica, llega Endesa y te dice que no, que no puedes hacer nada porque no hay potencia para dar a la zona. Y sí, tenemos en Carboneras la mejor y más grande central del Mediterráneo, pero su energía no nos llega por ondas, sino por red eléctrica y ésta va por otros lugares. Para que se hagan una idea. Unos promotores que quieren construir unas viviendas, muy poquitas, en la zona de los institutos de Garrucha con una mini área dedicada a tiendas, llevan año y medio intentado conseguir los permisos de Endesa, que luego siempre se dice que somos los ayuntamientos los que lo retrasamos todo. Pues ya ven que no siempre es así.
Otro ejemplo, y éste es un poco más sangrante. Unos señores quieren construir una zona comercial también en Garrucha pero hartos de esperar esa línea Caparacena-Baza-La Ribina se están buscando la vida con un pequeño proveedor local para hacer su propia acometida desde una subestación que les permita obtener las autorizaciones necesarias y, sobre todo, el consumo energético que precisarán. Como comprenderán, que se construya una zona comercial en una localidad que vive del turismo me interesa, y mucho más si eso supone unos cuantos puestos de trabajo de los que duran todo el año y no sólo la temporada alta ¿Me entienden, verdad? Pues imaginen cómo deben estar en Serón, que no pueden construir los parques eólicos que tienen aprobados porque, sencillamente, no tienen forma de sacar de allí la electricidad que generarían.
Resumiendo, Caparacen-Baza-La Ribina no es sólo una línea eléctrica de doble sentido, es algo así como esa arteria por la que debe circular la sangre que permita a los corazones de nuestros municipios seguir bombeando. La línea está supuestamente garantizada por el Gobierno de España desde 2011 y su coste total creo que rondaba los 100 millones, pero claro, hablamos del mismo Gobierno de España que lleva 2.000 días sin tocar las obras del Ave. Es decir, que si querían tenernos como rehenes, incomunicados, no podían hacerlo de mejor forma que dejándonos sin Ave, sin electricidad y, por si fuera poco sin agua, porque una de las muchas claves por resolver de la desaladora de Palomares es que, sencillamente, a día de hoy tampoco habría potencia eléctrica suficiente para hacerla funcionar.
Y así estamos, en la lucha, y por ello es importante que no decaigamos en el empeño de reclamar la dichosa línea moción a moción, desde todos los ayuntamientos, pero mucho más importante aún es que usted que lee estas líneas entienda por qué lo hacemos y que también haga suya nuestra reivindicación, que en realidad es en beneficio de todos.