Juan Carlos Pérez Navas
El presidente de la Junta afirmaba hace unos días sin ningún rubor que Andalucía estaba a la vanguardia contra el coronavirus. Lo hacía durante el anuncio de la compra de test rápidos para la detección del Covid-19. Se trata, lamentablemente, de una muestra más de la frivolidad y de la falta de respeto de Moreno Bonilla hacia la ciudadanía andaluza quienes asistimos diariamente y con mucha angustia a un aumento de contagios, a un descontrol en la gestión de PP y Cs y al uso de la mentira para, precisamente, desviar esa incapacidad para dirigir la situación pese a que reclamaban desde antes de verano al Gobierno de España retomar el mando en la comunidad. Aún no sabemos para qué lo querían.
Las residencias de mayores se han sumado a este descontrol habitual del Gobierno andaluz de las derechas que vuelve a fracasar y a dar la espalda de manera evidente a los centros que necesitan en este momento reforzar sus plantillas y medicalizarse para evitar las escalofriantes cifras de contagios y de fallecidos.
Son los alcaldes y alcaldesas y las plantillas de trabajadores quienes están soportando los casos en sus municipios sin el apoyo de la Junta. Se desviven por aportar sus recursos, pero son insuficientes si no reciben refuerzos; sobre todo, de personal sanitario para evitar una medicalización de las residencias cuyas familias esperan que se llegue a tiempo para evitar más contagios o pérdidas de mayores. Lo reclaman a las consejerías de Salud e Igualdad que son las competentes aunque, en su caso, se puede decir que son incompetentes. No hay nada más que ver el colapso existente en atención primaria que es indispensable para luchar contra el coronavirus.
Teniendo en cuenta estos datos tan preocupantes y ante falta de respuesta de Moreno Bonilla, el Grupo Parlamentario Socialista ha reclamado medidas inmediatas y urgentes para las residencias de mayores siendo una iniciativa que logró el apoyo unánime del Parlamento que insta ahora a la Junta que mejore la atención sanitaria y logre frenar la escalada de contagios y fallecimientos que afecta a las residencias. Una realidad ante la que el Gobierno de las tres derechas mira hacia otro lado negando, como siempre, la mayor al igual que ha ocurrido con la transmisión comunitaria en Málaga y Almería.
Esperemos que esta moción y la exigencia del Parlamento andaluz sean cumplidas de inmediato por el presidente de la Junta y se deje de lanzar propaganda y autobombo con frases y titulares falsos cuando somos la última comunidad en realizar PCR. Esperemos que siga sin negar los alarmantes datos de contagios, que se mejore la atención primaria – que está saturada- y que recapaciten sobre el cierre del hospital de la Cruz Roja ya que ahora, más que nunca, se necesitan todos los recursos para hacer frente a esta pandemia que está cebando especialmente con nuestra tierra.
Quizás la primera ola del coronavirus se tuvo que resolver con improvisación y falta de recursos, pero esta segunda ola es diferente. Se debía haber evitado puesto que ya se cuenta con la experiencia anterior. Sin embargo, Moreno Bonilla ha optado por desentenderse del problema y no le ha puesto coto al coronavirus con acciones, como la contratación de más personal, el refuerzo de los hospitales y de la atención primaria, además de dedicar especial atención a las residencias de mayores. En la primera ola, el presidente andaluz y su gobierno presumieron de anticipación. Ahora, con máximos históricos en contagios, con los colegios sin preparar de cara al inicio del curso escolar, con una atención primaria colapsada, ¿de qué tiene que presumir? ¿Qué anticipación es esa? ¿Sigue pensando Moreno Bonilla que está a la vanguardia?