Juan Carlos Pérez Navas
En ocasiones anteriores he apelado a la oportunidad histórica que podía suponer que las fuerzas de izquierda en este país se pusieran de acuerdo y cerraran un pacto programático que sirviera para desbloquear la situación de gobernabilidad en la que la irresponsabilidad de diferentes fuerzas nos ha situado.
Se cumple en estos días una semana de ese anuncio histórico por parte del candidato ganador y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la firma de un preacuerdo al que se llegaba con Unidas Podemos para empezar a recorrer el camino de un Gobierno progresista al servicio de los intereses generales de España.
Con este acuerdo Sánchez daba cumplimiento a lo que defendía durante la campaña electoral sobre el deseo de los socialistas de desbloquear la situación política en 48 horas. Así que quedan en saco roto todas las críticas superficiales de quienes se han esforzado en cuestionar lo que este acuerdo pretende, que es, entre otras cuestiones, llevar a cabo avances sociales que defiendan las políticas feministas, impulsar nuevos derechos para la sociedad que garanticen la memoria y la dignidad, así como apostar por un empleo de calidad.
En este sentido, el Gobierno de España pretende, igualmente, fortalecer nuestro sector primario, tan importante para Almería, quien también se beneficiará de medidas dirigidas al impulso digital, la justicia social o la búsqueda del entendimiento y convivencia en el marco de la Constitución frente a los que quieren volver al pasado.
El preacuerdo entre PSOE y Unidas Podemos es la respuesta firme y de compromiso de nuestro candidato con el que, además, se abre una etapa nueva de colaboración y de superación de los desacuerdos del pasado para dar paso a la consolidación de un ciclo político que dio comienzo con la moción de censura a Mariano Rajoy para frenar a una derecha y extrema derecha que, al unísono, se han instalado en los mensajes de odio y de enfrentamiento entre la sociedad.
Para quienes lanzan mensajes de dramatismo infundado sobre las consecuencias de este pacto progresista, deben saber que Bruselas ha acogido con alivio el acuerdo y aplaude que España se disponga a tener un Gobierno fuerte con plenos poderes, porque sólo así se generará estabilidad y certidumbre. Los mercados tienen, por tanto, garantía de normalidad y contarán con un Gobierno con marcado carácter europeísta que tomará decisiones sociales bajo los acuerdos de responsabilidad fiscal con Europa y en la misma senda presupuestaria que se ha mantenido con el PSOE en el Ejecutivo nacional. Pedro Sánchez es un referente europeo por sus políticas y por su trayectoria en los meses de Gobierno.
El pacto entre PSOE y Unidas Podemos servirá para avanzar con valentía y para luchar contra la involución y la crispación, que son la bandera de otras fuerzas políticas que no pueden gobernar, pero que están dispuestas a desestabilizar al único gobierno posible. Son incapaces de ofrecerse, por responsabilidad, a permitir que exista un gobierno que camine y dé soluciones a los restos a los que se enfrenta el país. Se trata de las mismas fuerzas políticas de derecha que sólo conocen una forma de gestionar: la de recortar en sanidad, educación o dependencia y que ejecutan allí donde se han juntado para gobernar.
La ciudadanía española habló el pasado 10-N y, con su voto, marcó nuevamente el camino que, ahora, tenemos que recorrer juntos PSOE Y Unidas Podemos creando un gobierno al servicio del progreso de España y de quienes más lo necesitan.