OPINIÓN. Fantasías empresariales del PP de Vera con dinero público

Martín Gerez, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Vera
Martín Gerez, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Vera

Martín Gerez, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Vera

Creo razonable y justo que el objetivo de la empresa privada sea maximizar legítimamente el beneficio de su capital invertido, todo ello en un marco de plena legalidad, de ética y de igualdad de oportunidades. Pero también creo en la necesidad de la empresa pública en aquellas actividades donde se puedan y se deban minimizar los costes y ampliar la cobertura y calidad de los servicios al ciudadano y, por encima de todo, garantizar la igualdad de acceso a los mismos.

Viene el caso por algunas de las últimas decisiones del Ayuntamiento de Vera relacionadas con los servicios municipales, con el mundo empresarial y con la promoción económica local. Al PP le define, además de un descarado despilfarro del dinero público, una visión de la actividad empresarial muy propia de un partido que, pretendidamente liberal, da recetas de ello a los demás, pero lo hace desde la seguridad de sus propias poltronas personales y particulares.

Hace muy pocos días han presentado una nueva página web pretendidamente destinada a promocionar el turismo y la actividad empresarial local (destinovera.com). La realidad es que solo pretende ser una herramienta de auto presentación de la propia empresa pública que la promueve. Destino Vera es la redenominación que el PP ha ideado para una empresa 100% municipal (Ferial Vera) creada en la década de los 90 para gestionar la desaparecida Veractiva.

Uno esperaba que la nueva web sirviera para algo, aunque fuera para para inventariar y vender los recursos turísticos locales, que diera a conocer las muchas empresas locales dedicadas al turismo, a la restauración, al comercio o a cualquier otra actividad vinculada, pero no ha sido así. Todo el dinero gastado por el ayuntamiento, directa o indirectamente, ha sido para “vender y reputar” una empresa descapitalizada, sin actividad reconocida, sin apenas personal, sin oficinas y sin una misión y una función bien definida y acotada. Y que, además, vive en exclusiva de la transferencia de fondos que le hace el propio ayuntamiento para su funcionamiento.

En total, 150.000 euros anuales de los veratenses para pagar el sueldo de su gerente y otro personal de próxima incorporación, sus propios encargos, como el diseño de esta web, y además algún que otro capricho audiovisual con familiares por medio. En síntesis, y en mi opinión, algo absolutamente innecesario y hasta indecente en estos momentos.

Un delirio del PP en forma de web que no se queda ahí. También ha venido al mundo bienvenidoavera.com, otra pretenciosa y carísima web (más de 18.000 euros a añadir a estos disparates) para “vender” que “Vera es la ciudad del teletrabajo”, y donde, como dice en su página inicial, “un helado al sol, la brisa marina entrando por tu ventana o caminar descalzo por la playa son placeres de la vida que pocas veces están a nuestro alcance, sin embargo, en Vera te lo ponemos fácil: teletrabajo, confort y vida en familia te están esperando, ¿listo para soñar?”.

Habría que preguntar a los miles de trabajadores locales de la agricultura, de la construcción, de la hostelería, del comercio, de los servicios, etc… qué les parece toda esa palabrería hueca. O preguntarles a los centenares de parados por el gasto de dinero público en cosas tan banales y, sin embargo, ni un céntimo en ayudas sociales o rebajas en los costes de los servicios municipales para familias vulnerables.

Dice un refrán que “de donde no hay poco se puede sacar”. Tanta imaginación para lo banal e intrascendente, para el autobombo y el fomento de la vanidad del equipo de gobierno, y tan poca o ninguna para la gestión de lo que realmente importa. Me refiero a asuntos en los que hay que tener muy claro que el objetivo del ayuntamiento debe ser ofrecer lo máximo en calidad y cantidad de los servicios para toda la ciudadanía y hacerlo con el mínimo coste sin enriquecer a amigos y familiares o a grandes empresas a las que nada hay que agradecer.

Por eso no se entiende el desprecio del Grupo Popular a las iniciativas socialistas llamándolas “chiringuitos de corrupción” (tiene gracia además que lo diga el PP, con la que está cayendo en su partido), con las que podríamos ahorrar más de 500 mil euros anuales en limpieza viaria, de playas y edificios o jardinería.

En definitiva, servicios donde los recursos humanos y materiales necesarios para su prestación son fijados por el propio ayuntamiento, y donde poco valor añadido aporta una gestión externalizada, que además le va a facturar el coste de la mano de obra, la amortización de maquinaria y hasta sus propios beneficios empresariales con el correspondiente IVA.

Para el PP de Vera el dilema está claro: las empresas públicas son para colocar amigos y simpatizantes en actividades difusas y de incierta o nula aportación y rentabilidad social y el abundante dinero público es para pagar a grandes empresas privadas por gestionar servicios que se pueden prestar con medios propios de forma mucho más económica.  En fin, todo “apariencia” y “postureo” marca de la casa.