Con hechos como los acontecidos durante los últimos días en los que las sedes del PSOE de toda la geografía nacional se están viendo asediadas por grupos de personas que han atendido a la llamada al odio alentada por las derechas, se pone de manifiesto nuestra advertencia de que estos partidos ni entienden ni comparten nuestro sistema democrático ni de libertades. Los y las socialistas hemos sufrido a lo largo de la historia ataques y hostigamientos por diferentes motivos, y hemos respondido siempre con la cordura, la defensa de la libertad y anteponiendo nuestro estado de derecho a cualquier interés partidista. En esto también podemos dar ejemplo.
La tranquilidad y el derecho a respetar la democracia tienen que imponerse y para eso estamos los cargos públicos. Sin embargo, echo en falta que el Partido Popular –que se autoproclama paradigma de la democracia- no haya condenado todas y cada una de las actuaciones violentas que estamos sufriendo las y los socialistas en nuestras sedes, en nuestros lugares de trabajo y encuentro y donde escuchamos a nuestros vecinos y vecinas en sus reclamaciones para hacer un mejor pueblo, ciudad, región o país. Estos ataques registrados en un país democrático como España no son de recibo. En este sentido, agradezco a otros partidos y particulares que nos han brindado su apoyo en estos momentos tan convulsos y movidos por el odio que, nuevamente, están alimentando las derechas. Todo el mundo se puede manifestar, desde la coherencia y pacíficamente; algo que no está caracterizando a las concentraciones que estamos viendo estos días.
Nuestro líder y presidente en funciones, Pedro Sánchez, tiene toda la legitimidad para negociar y tratar de formar Gobierno en España, al igual que infructuosamente intentó Feijóo hace un mes. Pese a que, de partida, sabía que no sería posible formar gobierno, el PSOE respetó los tiempos y su espacio, como no podía ser de otra manera, y no se interpuso.
Todo mi apoyo y afecto a todos los compañeros y compañeras socialistas que han sufrido en estos días las lamentables escenas de violencia frente a nuestras sedes, algo que tendría que estar fuera de toda lógica. El PSOE sigue adelante. Que nadie crea que vamos a cesar en nuestro empeño y obligación de defender nuestra idea de seguir construyendo una España mejor en la que se conviva en paz y armonía.