Anda azuzando el presidente del Gobierno andaluz en estos días con una idea que, si termina imponiéndose, supondrá continuar con la escalada que ha emprendido para relanzar su proyecto de una Andalucía a dos velocidades, en el que se premia a unas provincias y se castiga a otras. La insistencia de Moreno Bonilla en destinar una inversión multimillonaria para unir las ciudades de Sevilla y Málaga mediante una línea directa de Alta Velocidad, ha sido la gota que colma el vaso.
Pero esto no es solo una mala idea, ni mucho menos. La iniciativa alberga en su génesis un pensamiento de la derecha de los señoritos aún más elaborado: darle más a quien ya lo tiene todo frente a otros territorios, como puede ser nuestra provincia, que viene sufriendo con el PP todos los agravios y castigos habidos y por haber.
No me quiero extender demasiado en aquella época en la que se tapiaban túneles del AVE o se mentía una vez tras otra a los almerienses con inversiones que nunca llegaban. Tampoco con lo que pasó con la autopista eléctrica entre Caparacena, Baza y Antas, borrada del mapa por los gobierno de Rajoy, o con la desaladora del Bajo Almanzora, por la que el PP no movió ni un solo dedo para su arreglo. Afortunadamente, el Gobierno de Pedro Sánchez le está poniendo remedio a tanto desaire.
Entre tanto, el Gobierno andaluz, las mata callando, como se suele decir, haciendo pasar por buenas, decisiones que son muy malas para el conjunto de la provincia de Almería. Ocurrió durante la pandemia, cuando cerró el hospital de la Cruz Roja a la misma vez que invertía más de ocho millones de euros en rehabilitar y reabrir un antiguo hospital militar en Sevilla.
El último ejemplo de este cúmulo de despropósitos lo tenemos ahora con la finalización de la autovía del Almanzora. Reconozco que esto último tampoco lo vimos venir, sobre todo si tenemos en cuenta que la actual consejera de Fomento, junto a la también consejera y almeriense Carmen Crespo, se retrataron, antes de llegar al Gobierno, exigiendo que la autovía llegara hasta Baza. Ahora, claro, ya no piensan lo mismo y solo contemplan mejorar la carretera existente.
De ahí que en este estado de las cosas resulte tan indignante que Moreno Bonilla esté pensando en un proyecto que podría alcanzar los 1.200 millones de euros para ese AVE entre Málaga y Sevilla, mientras mantiene en un absoluto olvido a Almería.