Noemí Cruz, parlamentaria del PSOE de Almería
La reacción de los responsables de PP y Cs después de que se conociera la intención del Gobierno andaluz de autorizar la apertura de un hotel de lujo en mitad del valle de Los Genoveses recuerda a una estampida. La huida en todas las direcciones, sin lógica ni concierto, de los representantes de los dos partidos del gobierno de Moreno Bonilla es absolutamente indecente.
La opinión pública se ha expresado con claridad – cerca de 200.000 personas han firmado en contra del proyecto- para proclamar lo que es de sentido común: que no se puede levantar un complejo hotelero en el corazón del Cabo de Gata, en una zona con un equilibrio medioambiental tan frágil que ha habido incluso que imponer restricciones al acceso y de la que depende la imagen misma del parque natural.
Ante la masiva contestación a este proyecto, el Gobierno de Moreno Bonilla ha emprendido una huida en todas las direcciones, cambiando de argumento una y otra vez y recurriendo abiertamente a mentiras.
En los escasos días que han transcurrido desde que saltó la polémica, el Gobierno andaluz ha dicho que no le consta que el proyecto de Los Genoveses vaya a ser “un hotel”, aunque en la documentación se dice claramente que es “para uso hotelero”. También han dicho que se trata de “un pequeño cortijo”, aunque la superficie de intervención es de 26.925 metros cuadrados, y que está a 2 kilómetros de la playa o a 1 kilómetro y medio –depende del día–, aunque lo cierto es que sólo dista de la playa 950 metros.
Desde la Junta insisten en que ahí no se quiere construir nada, sino sólo rehabilitar, algo que también es falso, porque en esos casi 27.000 metros cuadrados hay prevista una inversión de más de 2 millones de euros para convertir los modestos corrales actuales en un hotel con 30 habitaciones, restaurante, bar, piscina, calles y un aparcamiento de 70 plazas.
A la vista de que no servía de nada negar la realidad, el Gobierno andaluz cambió de estrategia y empezó a intentar exculparse. Resulta inverosímil que el PSOE haya autorizado algo, cuando quienes gobiernan son PP y Ciudadanos, pero aun así, lo han intentado. Han dicho que el anterior gobierno socialista “impulsó” el proyecto, cuando lo que hizo, en 2016, fue darle trámite, como se tramita cualquier papel que entra por registro.
A partir de ese momento, resulta que anterior gobierno andaluz por lo visto dio 8, 9 o 10 informes favorables –la cifra que dan también depende del día–, aunque nadie ha visto esos informes porque se niegan a hacerlos públicos. Y se niegan a hacerlos públicos porque su mentira quedaría al descubierto, ya que todos ellos condicionan la viabilidad del proyecto a que tenga viabilidad ambiental, que es precisamente lo que le ha otorgado ahora el actual Gobierno andaluz.
Por si no colaba lo del anterior gobierno socialista, también han intentado inculpar al Ayuntamiento de Níjar con la misma historia, a sabiendas de que lo único que hizo Níjar fue decir lo mismo: que para eso hacía falta un informe ambiental.
Los últimos coletazos de la consejera de Agricultura en esta historia también han sido de traca, al acusar al anterior gobierno de la Junta de haber autorizado actuaciones similares, aunque ninguno de los hoteles que ha citado se sitúa en la única zona de parque natural con limitaciones de acceso. Efectivamente, el PSOE no se opone al desarrollo, aunque a lo que sí se opone es al daño medioambiental y a la desigualdad. No se puede consentir un modelo en el que pague el hotel pueda entrar a Los Genoveses, mientras el resto se queda esperando en la barrera de acceso.