Antonio Martínez, senador del PSOE de Almería
Existía un especial interés en conocer los datos de empleo que ofrecería el mes de febrero, ya que, entre determinados sectores, había bastante incertidumbre de cómo respondería el mercado laboral a la epidemia de coronavirus y a las recientes medidas llevadas a cabo por el nuevo gobierno de coalición en materia laboral, como es el caso de la subida del salario mínimo y las dirigidas a la progresiva derogación de la reforma laboral.
Los datos no podían haber sido más concluyentes. El paro bajó frente al mes anterior en casi 8.000 personas y queda en el nivel más bajo desde 2008, antes de la crisis. Tenemos 86.000 nuevos cotizantes, el mejor febrero desde 2015; el empleo creció en 85.735 personas en febrero, el mejor dato desde el año 2015 y el número de contratos indefinidos alcanzó al 11,2% del total de contratos celebrados, la mejor cifra desde 2009.
Estas cifras tumban las predicciones catastrofistas con las que la derecha nos ha querido hacer comulgar, día sí y día no, desde la llegada del nuevo gobierno de Pedro Sánchez y, por otro lado, demuestran que las medidas de marcado carácter social puestas en marcha durante estos primeros meses de gobierno progresista no perjudican –por qué habrían de hacerlo- al empleo.
No obstante, a pesar de que los socialistas nos sentimos orgullosos de que el mercado de trabajo en nuestro país avance con paso firme con el nuevo gobierno de Pedro Sánchez, no nos conformamos, ya que somos conscientes de que el paro sigue siendo una lacra que afecta a 3.246.047 ciudadanos y reducir ese número merece el esfuerzo y la atención de todas las administraciones públicas.
No hay recetas mágicas, pero sí una prioridad: más empleo y que este sea de calidad. El reto, por lo tanto, no es solo que cada día más personas consigan un empleo, sino que muchas de las que lo tienen salgan de la precariedad laboral en la que se encuentran.
Por ello, hemos centrado nuestros esfuerzos en llegar a un acuerdo con el resto de formaciones políticas que nos conduzca a aprobar unos nuevos presupuestos que nos permitan acometer los desafíos sociales y económicos que tiene España.
Mientras tanto, la derecha ni está ni se le espera. Sigue con su estrategia suicida y partidista de bloqueo del país para entorpecer políticas que pretenden aumentar las inversiones en todos los territorios y mejorar la vida de los españoles y españolas.