Los debates electorales suelen suscitar interés en todas las campañas. En ellos, los candidatos y candidatas dan a conocer sus propuestas, hacen balance y quienes aspiran a la reelección reciben las correspondientes réplicas sobre su gestión.
Eso es lo habitual, pero aquí, en Andalucía, Moreno Bonilla tiene miedo a un cara a cara y el formato ha sido diferente. En el debate que vimos en la RTVE, el presidente andaluz y líder del PP estuvo ausente, se hizo el muerto y huyó. Fue un fiel reflejo de lo que ha hecho durante toda su legislatura: tres años y medio sin proyecto ninguno en el que se ha dedicado a la foto y a inaugurar obras que le dejó listas el anterior gobierno socialista en la Junta de Andalucía, y la solución a los problemas ha sido la huida y el autobombo para desviar la atención.
Moreno Bonilla es ajeno a los problemas reales de la ciudadanía y toma distancia. No se explica cómo para un presidente andaluz el principal problema de la sanidad pública que gestiona es que no hay wifi en los hospitales cuando hay miles de almerienses que llevan más de un año esperando a ser atendidos por un especialista. La wifi gratis no cura enfermedades. Que un profesional te atienda de inmediato, sí. El presidente nos insulta a la cara. Nos ha tenido sin médico o médica de cabecera esta pandemia, no podíamos acudir al centro de salud, no nos cogían el teléfono, ha obligado a quienes pueden permitírselo a ir a la sanidad privada en busca de auxilio porque en la pública no les atienden, los profesionales han sufrido años de sobrecarga de trabajo por su culpa y ahora su solución pasa por ofrecer wifi en los hospitales. Moreno Bonilla vive, y lo demuestra, en una realidad paralela y esto, viniendo del principal representante de la administración andaluza, es sumamente peligroso para los intereses de nuestra comunidad autónoma.
En el debate pudimos ver lo que hemos venido advirtiendo los socialistas: a Moreno Bonilla le tocó la lotería en 2018 al sumar con Ciudadanos y Vox, pero se le quedó grande San Telmo. No sabe gestionar y sigue sin tener un proyecto ni a corto ni medio ni largo plazo para Andalucía y nos lleva a la deriva.
Desde que gobierna, 20.000 empresas se han marchado de nuestra tierra y su supuesta rebaja de impuestos sólo ha alcanzado al 1% de los andaluces y andaluzas. Nos está haciendo retroceder a pasos agigantados y hay que pararle este 19J.