Confrontar con el agua como hace el Gobierno de Juanma Moreno a diario tiene poco sentido, pero mucho menos lo tiene falsear la realidad en un momento en el que la sequía ya se ha convertido en un grave problema en muchas zonas de Andalucía. Ante su pasmosa inacción durante los cinco años que lleva el Partido Popular al frente de la Junta de Andalucía, la solución siempre es la misma: sacar a pasear la chequera de la propaganda y el autobombo para hacer creer que se están haciendo muchas cosas.
El presidente andaluz ha aprobado en estos días su cuarto decreto de sequía cuando aún tiene 1.200 millones de euros sin ejecutar, tal y como ha advertido el Tribunal de Cuentas. Lo más sorprendente de todo es que Moreno Bonilla ha tenido esta semana la osadía de desplazarse a Bruselas a pedir más dinero, cuando, además, la gestión de los fondos europeos corresponde al Gobierno de España.
Lo del Gobierno andaluz es el enredo constante, como cuando el presidente de la Junta pulsó el botón de la desaladora de la capital y anunció que el agua desalada ya circulaba por toda la ciudad y luego descubrimos que no era verdad. También con el anuncio de que podrían salir barcos desde Carboneras con agua desalada para otros lugares que la necesitaran. El PP tuvo que recoger cable a toda prisa, ante la lluvia de críticas, asegurando que era al revés. Sin embargo, Moreno Bonilla tendrá que explicar lo que hay detrás porque hay muchas cosas que no encajan.
En todo esto anda la derecha que nos gobierna en Andalucía mientras que el Gobierno de Pedro Sánchez no pierde ni un solo segundo con una hoja de ruta clara y perfectamente estructurada en materia de agua, con numerosos proyectos que son muy ambiciosos y que tendrán una enorme repercusión en nuestra provincia. De hecho, con esta planificación para multiplicar los recursos procedentes de agua desalada, Almería va a ser la provincia mejor preparada de toda España para enfrentarse a los fenómenos de sequía y cambio climático que nos amenazan.
Esta misma semana, el Ministerio de Agricultura ha firmado en Antas dos nuevos convenios de modernización de regadíos, cuyas inversiones alcanzan en el conjunto de la provincia los 236,2 millones de euros para mejorar la eficiencia en el riego, de manera que las obras proyectadas supondrán un ahorro de al menos el 10 % del agua que se utiliza actualmente.
Frente a la confrontación, trabajo. Esta es la manera de actuar del Gobierno de España, que además tiene abiertos todos los cauces de comunicación con la Junta de Andalucía para colaborar en lo que haga falta. En todo, salvo en esa estrategia del pimpampum de Moreno Bonilla que no da ni una sola gota de agua.