Si la verdad pesara, las palabras de compromiso con Almería que pronuncian cada semana los cargos del Gobierno andaluz se las llevaría el viento. Para disgusto de esta provincia, la propia Junta de Moreno Bonilla se encarga de demostrar una y otra vez, por la vía de los hechos, que los almerienses no le importamos lo más mínimo.
No se entiende, si no, la postura incendiaria que ha adoptado la Junta del PP en los últimos días con respecto al soterramiento de las vías del tren en la ciudad de Almería. Cuando alguien decide romper la baraja, es porque no tiene nada que perder. Y eso es precisamente lo que ha pretendido la Junta, con su intento de desmarcarse del borrador para la financiación del soterramiento en el que las tres administraciones que integran la sociedad Almería Alta Velocidad –Estado, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de la capital– ya habían manifestado su acuerdo.
Que la Junta de Andalucía estuviera de acuerdo en diciembre con el modelo de financiación planteado en ese borrador y que, a finales de enero, de repente piense otra cosa no se corresponde con la seriedad y la fiabilidad que se espera de una administración pública. Pero eso no es lo peor.
Lo peor es que el nuevo planteamiento de la Junta no tenía pies ni cabeza. De participar directamente en la financiación del soterramiento, como estaba acordado, la Junta pasó a pedir prácticamente una ‘colaboración’, consistente en construir la estación y el parking. En otras palabras: quería participar en el soterramiento pero sin participar, cosa que, además de una tomadura de pelo, era imposible.
A falta de argumentos creíbles que expliquen ese cambio en el guion, lo único que cabe deducir es que la Junta de Andalucía ha estado mirando por algunos intereses que no son los de los almerienses.
No es un secreto el desprecio con el que el Partido Popular ha tratado históricamente a nuestra provincia. Sin embargo, pocas veces se había aplicado con el desparpajo que estamos viendo últimamente. Esta misma semana, sin ir más lejos, el presidente andaluz anunciaba su intención de construir un AVE directo entre Sevilla y Málaga para unir las dos ciudades “en 50 o 55 minutos”… una iniciativa estupenda, pero que tendría que acometerse, en todo caso, después de que Moreno Bonilla resolviera las comunicaciones de Almería con el resto de Andalucía.
Lo que no puede hacer la Junta del PP es racanear euros a una provincia mientras anuncia inversiones millonarias en otras, como si le sobrara el dinero… especialmente si la provincia a la que le toca viajar en el vagón de cola es siempre la misma.