Adela Segura. Secretaria de Política Municipal del PSOE de Almería
El frenazo económico que sufre nuestra comunidad es la consecuencia de los apaños de reparto de sillones de las derechas en Andalucía. Los que presumen de buenos gestores, son los bellacos políticos faltos de rigor que mienten para conseguir un puñado de votos. Pero, lo más grave, es que los dirigentes políticos de las derechas suponen un peligro para el crecimiento económico y la prestación de servicios públicos en nuestra tierra.
Presentan unos Presupuestos en los que la inversión para educación y sanidad está recortada, sencillamente porque la derecha no considera los servicios públicos una inversión, sino un gasto. Las derechas siempre han criticado la ejecución presupuestaria de los Gobiernos socialistas pese a que esta fuera del 90%. ¿Pretenden hacernos creer que en escasos cuatro meses van a cumplir lo que plasman sobre el papel?, ¿van a cumplir con las partidas presupuestarias para 2019? Las derechas son la vergüenza de la democracia andaluza. PP, Ciudadanos y Vox no ganaron las elecciones en Andalucía, han jugado a la ruleta de la aritmética parlamentaria, y les ha salido un problema de credibilidad, porque ahora PP y Ciudadanos tienen que abrazar a los radicales en detrimento de soltar la mano a la gente. De momento, no hemos visto ni una sola inversión nueva puesto que todas provienen del Gobierno de Susana Díaz. ¿Cuáles son las innovaciones y novedades de crecimiento de este Gobierno hecho de recortes -nunca mejor dicho- de tres partidos, que han querido hacer un puzzle donde no hay ninguna pieza que se acople con otra? El empleo no es una prioridad para el Gobierno de las derechas puesto que rebajan el presupuesto para políticas de empleo un 15% y tampoco van a cumplir la tasa de reposición del 8% en el empleo público. La educación pública tampoco es prioridad para PP y Ciudadanos, puesto que crece un 3,5% mientras que la concertada crece un 5,4%, por encima del presupuesto de la comunidad, que crece un 5%. De ningún modo es prioritaria la sanidad para las derechas, con la caída de 130 millones de euros en el presupuesto del SAS. Desmantelan, imponen y mienten. Olvidan a las familias, el crear empleo con respeto a los derechos fundamentales. Obvian la educación y la sanidad y claudican ante la extrema derecha en cuestiones como la violencia machista y la memoria histórica.