El líder del PP andaluz, Moreno Bonilla, preside la Junta de Andalucía desde hace ya seis años. Sin embargo, tanto él como su equipo persisten en colocarse la ‘L’ de prácticas, de recién llegados al Gobierno autonómico, pero más de un lustro parece tiempo suficiente para poder realizar un balance de su gestión y, una vez hecho, podemos perfectamente concluir que nos ha estado mintiendo durante todo este tiempo. Su acción política es un derroche de propaganda y marketing sin parangón y su mayoría absoluta va asociada a un control, también absoluto, de lo que se dice de él y de su ejecutivo de cara a la opinión pública. Pese a todo, desde la oposición seguimos contando las verdades y es que Moreno Bonilla ha desmantelado los servicios públicos. Desde que llegó a San Telmo se ha empeñado en hacerlos funcionar de la peor manera posible. Así, tenemos unas listas de espera sanitarias disparadas, los mayores tiempos de espera para ser operados; centros de salud sin pediatra; servicios de dependencia colapsados; miles de aulas públicas cerradas y ratios sobrepasadas; centros de valoración desbordados; infrafinanciación de las universidades, carencia de vivienda pública a precio asequible y un largo etcétera.
En Almería, además de sufrir las consecuencias de todo esto, hemos visto cómo Moreno Bonilla ha llegado con el candado y ha cerrado numerosos servicios, como el hospital de la Cruz Roja en plena pandemia, el centro de actividades náuticas en la capital, el Centro de Menores de Purchena, la Residencia de Tiempo Libre de Aguadulce, los CADE del Puerto de Almería y el de Tabernas, el albergue juvenil de la capital y el Centro de Día de Fiñana del que disfrutaban los mayores de la comarca. A todo esto hay que sumar el abandono y la pérdida de identidad del Centro Andaluz de Fotografía con sede en la capital. Se trata de espacios públicos que estaban al servicio de la sociedad almeriense y que el PP andaluz ha clausurado debido a su incapacidad para gestionar. Una pésima gestión que se ve, igualmente, en la manera de administrar los recursos públicos. Moreno Bonilla nos miente al reclamar 1.500 millones de euros más de financiación, a pesar de que Andalucía recibe cada año cerca de 7.000 millones más que con Rajoy, pero en 2023 ha dejado sin gastar 4.700 millones de euros que tenía disponibles. El PP de Moreno Bonilla maltrata a nuestra provincia y ese abuso se recibe con aplausos por parte de los dirigentes provinciales en pugna por tapar la incompetencia de su líder. En el año 2023, de los 390 millones que había presupuestado para Almería dejó sin gastar 300 millones. Con este dinero se podrían haber construido, por ejemplo, tres desaladoras, unos 60 centros educativos o 50 centros de salud, además de corregir la situación de los servicios públicos en la provincia que Moreno Bonilla se ha empeñado en liquidar.