Juan Carlos Pérez Navas
Hace una semana que conocimos que la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) entregaba al Juzgado de Instrucción número 3 de Almería un gravísimo informe sobre las irregularidades detectadas por la policía durante una década en el Ayuntamiento de Roquetas de Mar que dirige el número uno del PP en la provincia, Gabriel Amat. Incomprensiblemente, a día de hoy, el PP guarda un mutismo inaceptable sobre unos hechos que ya deberían haber supuesto la renuncia del alcalde y la reacción de su partido apartándolo de la vida pública para lavar la institución que representa.
Si el alcalde no se mueve, de manera voluntaria, por una cuestión de decencia política, sus presidentes andaluz y nacional deberían haber tomado cartas en el asunto porque de lo que la Policía Nacional habla es de una posible financiación ilegal del PP desde Almería y asegura que podría ser la punta del iceberg de todo un entramado de esta posible financiación de la que, según el informe, habría más hechos que se darán a conocer a medida que avance la investigación.
El silencio y la obsesión que siente el PP por tapar sus asuntos internos y mirar hacia otro lado le ha costado ser el primer partido imputado en nuestra democracia y el primer gobierno sobre el que prospera una moción de censura al ponerse toda la oposición de acuerdo en que no quería un gobierno salpicado por corrupción, según los tribunales. Ahora la trama salpica a Almería y Andalucía y el presidente andaluz guarda silencio; lo que se podría interpretar como complicidad hacia este asunto del que es absolutamente conocedor. La UDEF habla en su informe de sobrecostes, adjudicaciones asignadas de antemano y multitud de causas que llevarían a la anulación de licitaciones y la existencia de una presunta Caja B en el PP andaluz.
No es la primera vez que Juanma Moreno se ve cercado y envuelto en episodios turbios de su partido por lo que, además, teniendo en cuenta que es presidente de todos los andaluces, debe dar inmediatamente explicaciones y aclarar los asuntos hacia los que apunta la Policía Nacional. Debe, además, tomar medidas para que se asuman las responsabilidades políticas al frente del Ayuntamiento de Roquetas de Mar y se abra paso a un nuevo tiempo de claridad y transparencia para limpiar una institución y alejar de ella a los responsables de los hechos que desgrana minuciosamente la Policía.
Ante el significativo silencio de Moreno Bonilla y del PP almeriense, el PSOE de Roquetas de Mar, como segunda fuerza más votada, está dando los pasos para plantear –al igual que pasó en el Gobierno de España con Rajoy- una moción de censura contra Amat. Los socialistas lo hacen por dignidad, por responsabilidad y para ofrecer honestidad y limpieza al Ayuntamiento de Roquetas de Mar y que deje, de una vez por todas, de ser noticia por su oscurantismo y por las acciones de su alcalde que la justicia investiga y que lleva años investigando y que afectan al dinero público de todos los roqueteros y roqueteras.
Es el momento de devolver la dignidad, la transparencia y el buen nombre a la institución del ayuntamiento. Ha llegado la hora de ejercer la responsabilidad para los ciudadanos de este municipio y, en una alianza por la dignidad, volver a generar la confianza en esta institución y la credibilidad que viene reiteradamente perdiendo.