Juan Carlos Pérez Navas
OPINIÓN. El compromiso de Pedro Sánchez con Almería
Hay dos elementos imprescindibles para que un territorio avance. En primer lugar, se ha de acertar con el camino escogido y, también, hay que hacerlo más rápido que los demás. Si a esto le añadimos decisión y compromiso, el éxito está asegurado. Un claro ejemplo de esta manera de proceder es la que ha demostrado nuestro presidente, Pedro Sánchez, con Almería. Una provincia que ha pasado del olvido absoluto durante la era Rajoy a liderar las inversiones de la mano del Gobierno progresista.
OPINIÓN. La palabra de Moreno Bonilla no vale nada
La pandemia y sus terribles efectos han ensombrecido la celebración de los 40 años de autonomía andaluza y lo que hemos conseguido hasta ahora. Pese a las circunstancias, el 28F es un día para rememorar la lucha y, ahora especialmente, para pensar que hay esperanza y que no debemos conformarnos con lo impuesto hace dos años por las derechas que se unieron para evitar que se cumpliera lo que habían decidido los andaluces y andaluzas: que gobernara el PSOE, la fuerza más votada. Es momento, entonces, de volver a levantarnos y expresar que no queremos esta injusticia y que no nos van a volver a someter a sus mentiras y que no toleramos sus políticas de desigualdad entre iguales.
OPINIÓN. Levantarse para cambiar Andalucía
Los resultados electorales del 14F en Cataluña han puesto de manifiesto que PP y CS se han llevado un batacazo histórico, que les relega a una representación absolutamente testimonial. Estas dos formaciones son las mismas que gobiernan –junto a la extrema derecha- en Andalucía, que será la siguiente comunidad autónoma en celebrar comicios. PP y Cs se han apresurado, en lo que es una huida hacia adelante ante el camino que se les vislumbra nada halagüeño, a presentar una campaña institucional que aparentemente reivindica el 28F, y el 40 aniversario de nuestro Estatuto de Autonomía, en un intento forzado de simular una defensa a la autonomía andaluza.
OPINIÓN. El hartazgo del comercio con Moreno Bonilla
A esta angustia permanente por la pérdida de vidas, de empleos, de bienestar y, en definitiva, de normalidad, se une la desesperación de vivir en un permanente cambio de criterio andaluz respecto a la alerta que debemos tener frente a esta pandemia y a las acciones por parte del Gobierno de PP y Cs en la Junta. Un día nos anuncian que vendrán días terribles por la cepa británica y dos horas más tarde se deciden a tomar medidas de alivio y suavizar restricciones algo que, lamentablemente, no es nuevo y se ha hecho norma y costumbre en el presidente andaluz y en su gobierno en una gestión que está empeorando las consecuencias de esta pandemia sobre la economía y lo social.
OPINIÓN. Moreno Bonilla debe activar un Plan de rescate
Los andaluces y, muy en particular, los almerienses estamos sufriendo las consecuencias dramáticas y virulentas de esta tercera ola de la Covid-19 en nuestras ciudades y pueblos con tasas desesperantes y descontroladas de contagios y, lo peor, de fallecimientos. Y todo, sin que tengamos certidumbre alguna de la eficacia en las acciones con las que, un día sí y otro también, nos sorprende el Gobierno andaluz. El ejecutivo de Moreno Bonilla toma decisiones que son reacciones tardías ante hechos que quizá se podían haber evitado. Es el caso de cerrar pueblos, ciudades y provincias semanas después de alentar a la gente a salir a la calle y a celebrar las fiestas porque había que ‘salvar la Navidad’.
OPINIÓN. Un superávit inmoral
El mes de enero ha sido el más negro en lo que llevamos de pandemia por las cifras diarias de contagios y de fallecidos; realidades que nos alejaban cada día de poder vislumbrar esperanza a corto plazo y ver algo de luz al final del túnel. En medio de este tsunami de noticias y de sentimientos buscábamos los efectos de esa ‘anticipación’ de la que siempre ha alardeado el presidente andaluz en todas sus comparecencias, en su turné turístico de fotos y de paripé por toda la geografía regional. Al contrario, obteníamos como respuestas planteamientos indignos que enmarañan aún más la gestión de las derechas en la Junta y que reflejan el papel demagógico y hasta mezquino al que juegan Moreno Bonilla y sus socios. Es el caso, por ejemplo, de las vacunas. Piden más vacunas al Gobierno central cuando saben que la Unión Europea ha centralizado las compras y que aún tienen disponibles 48.000 sin suministrar a la población. Es más, presumen de tener buen ritmo de vacunación cuando, según el ranquin nacional, somos, parafraseando al consejero Aguirre, el ‘culillo’ en las estadísticas de las comunidades autónomas.
OPINIÓN. Suspenso en anticipación
La pandemia está imparable y desde hoy miércoles todas las capitales de provincia de Andalucía y cientos de municipios están cerrados perimetralmente y en otros muchos, como en la capital almeriense, el Gobierno andaluz ha decretado el cierre del comercio no esencial y la hostelería. Esto es triste, pero lo es más saber por qué nos vemos en esta situación en el caso concreto de nuestra comunidad autónoma que dirige Moreno Bonilla.
OPINIÓN. El cambio a peor con Moreno Bonilla
Andalucía atraviesa por el peor momento desde que comenzara la pandemia. Los datos diarios de contagios, hospitalizados y fallecidos son insoportables. Se ha multiplicado por cinco el índice de contagios desde el inicio de esta pesadilla y la incidencia va, imparablemente, en alza. Las UCI están desbordadas y la población, lógicamente, desesperada, indignada y confundida porque hace un mes era llamada a celebrar la Navidad –así se dijo desde el Gobierno andaluz de las derechas- y ahora la Junta le hace responsable de las alarmantes cifras de Covid-19.