Las inversiones en materia de agua y de ferrocarril que se están ejecutando en nuestra provincia por parte del Gobierno de Pedro Sánchez están garantizadas, a pesar de que se prorroguen los presupuestos. Ponerlas en duda, como está haciendo el PP, es una falsedad más de las múltiples que a diario difunden sus dirigentes a todos los niveles.
La realidad es que se sigue avanzando en el desarrollo de la alta velocidad Murcia-Almería, tal y como se ha podido comprobar en estas últimas semanas con la contratación de la redacción del proyecto de construcción de la base desde la que montará la vía en el tramo Lorca-Almería y la conexión Pulpí-Águilas. Y esto ocurre, fundamentalmente, porque todos los tramos están adjudicados y en construcción. Además, junto a los proyectos del montaje de vías, se han contratado también trabajos de electrificacióny se ha licitado la instalación de todos los equipos de señalización.
Todo está en marcha a pesar del Partido Popular, que debe tener mala conciencia – tan solo ha sido capaz de ejecutar el 22% del su presupuesto de 2023 en la Junta- y, por lo que sea, también mala memoria. Por eso anda montando actos para reivindicar lo que nunca hizo cuando gobernaba. Pero no pasa nada, se lo volveremos a recordar las veces que haga falta: durante las dos legislaturas en las que gobernó el Partido Popular de Rajoy los almerienses fueron literalmente engañados. Ni se invirtió ni un solo euro ni se construyó un solo metro de vía.
Esas mentiras de los dirigentes del PP se sostuvieron durante casi 8 años, justo hasta el día en el que salió adelante la moción de censura impulsada por el PSOE tras la sentencia del ‘caso Gürtel’, que condenó al PP por corrupción al ser partícipe a título lucrativo de los delitos cometidos por la trama. En aquel momento, Mariano Rajoy aseguró que la investigación de la Gürtel era “una cacería contra el Partido Popular”. ¿Les suena, verdad? Efectivamente, es el mismo argumento que ha vuelto a sacar ahora el partido de Feijóo para defender lo indefendible en la Comunidad de Madrid. Ya sabemos cómo terminó la Gürtel para el PP y veremos si no acaba igual lo de Ayuso y compañía.
El bulo y la mentira son las herramientas políticas más utilizadas por la derecha y la ultraderecha para denigrar o destruir no ya al adversario, sino al que entienden como enemigo, extendiendo la mancha de la sospecha o de las insidias a cualquiera que se ponga por delante. Este trumpismo extremo, además de ser preocupante, es enormemente peligroso porque lo que está en juego con el descrédito de las instituciones del Estado es la misma democracia.