Martín Gerez califica de “incomprensible” que con esta situación el equipo de Gobierno se haya opuesto a la rebaja del IBI propuesta por el Grupo Socialista
2 de diciembre de 2019.- El informe de ejecución presupuestaria de la Intervención Municipal ha dejado en evidencia las “falacias” del PP sobre la situación financiera heredada del anterior equipo de Gobierno. Al igual que ocurriera con los anteriores datos (correspondientes al primer semestre), a fecha de 30 de septiembre, el ayuntamiento cuenta con una liquidez de más de 9 millones de euros, un superávit calculado para final de ejercicio también en 9 millones y apenas tiene deudas contraídas con los bancos. En concreto 699.000 euros. Para hacerse una idea de lo insignificante de este volumen, habría que decir que el consistorio veratense podría estar endeudado hasta en 22 millones sin incumplir la ley.
Todos estos indicadores, hechos públicos en el Pleno ordinario del pasado viernes, evidencian, según el portavoz del Grupo Socialista, Martín Gerez, que “el PP ha renunciado a inversiones importantes para el municipio no porque no hubiera dinero sino porque no había ni hay voluntad política para ello”. En este contexto recordó también la reciente oposición del Partido Popular a rebajar el Impuesto de Bienes Inmuebles, tal y como propuso en Pleno el PSOE o la renuncia a asignar fondos este año a la futura Biblioteca Municipal, la puesta en valor de la antigua ciudad en el Espíritu Santo o el bulevar de la costa.
En cuanto al capítulo de gastos, el ya contraído, también a fecha de cierre del tercer trimestre, asciende a poco más de 11 millones de euros, frente a unas previsiones iniciales para todo el año de unos 20 millones. Es decir, las cuentas son sencillas: para el último trimestre quedarían 9 millones para gastos corrientes e invertir en mejoras para la ciudadanía.
“Todo ello, apunta Gerez, gracias a que la herencia recibida por el PP, en contra de lo que ha pretendido hacer creer, es una herencia marcada por una salud financiera de hierro; otra cosa es que el equipo de gobierno decida nada más llegar duplicar el gasto en sus propios salarios o en iniciativas más que cuestionables que acometer actuaciones que redunden en el bien común”.
Solo así se entienden los 20.000 euros para una empresa privada organizadora de una corrida de toros, o los más de 300.000 euros, según las estimaciones del Grupo Socialista, destinados en la feria a “ornato de bambalinas o gallardetes”, gastos sin control en las “noches de colores” y otros gastos en “postureo” diverso, en una serie interminable de actos desordenados, que sólo buscan aparentar lo que no existe: planificación y gestión. “Es decir, mayor gasto en satisfacer delirios de grandeza del equipo de gobierno que en solucionar los problemas reales de los vecinos y vecinas que necesitan para el año próximo un presupuesto realista ajustado a sus necesidades”.