Gerez atribuye el retraso a la “desidia del PP” y advierte de que, según las previsiones, habrá máquinas en la arena hasta la mitad del verano
El PSOE de Vera ha lamentado la presencia de máquinas en las playas del municipio, entrado el mes de julio. Estas máquinas están instalando pasarelas nuevas, a pesar de que la temporada de playas se encuentra ya más que iniciada. El portavoz socialista en el Ayuntamiento, Martín Gerez, ha atribuido los hechos a la “desidia del PP” y ha calificado de “lamentable” que “nos encontremos ahora teniendo que soportar unos trabajos que deberían haberse realizado antes del 15 de junio”.
Gerez ha recordado que las deficiencias en la gestión municipal que sufren los residentes de la zona de playa “son variadas y han afectado, hasta ahora, a la limpieza viaria, el mantenimiento de jardines públicos y de forma especial los habituales problemas con la basura y los contenedores”, aunque a ellos hay que sumarles este año “uno nuevo, que llama especialmente la atención”, y que se refiere a la sustitución de las pasarelas de madera por otras de hormigón.
Según explica el portavoz socialista, este cambio se inició en 2018 y se estaba realizando de manera paulatina, aunque este año el equipo de gobierno decidió acelerar el proceso, “aprovechando los más de 13 millones de euros de remanentes líquidos, dinero en caja, que heredaron y la autorización que ha otorgado el Gobierno de España para poderlos invertir”.
“El PP tenía decenas de propuestas de inversión para ese dinero extra y decidió destinar 733.000 euros a sustituir las pasarelas pendientes este verano, aunque ha hecho una mala planificación, ya que parece que se le olvidó que los procesos de licitación de las obras públicas se llevan su tiempo y que la temporada de baño comienza el 15 de junio”, ha señalado Gerez.
Así, el pasado 10 de marzo se terminó el proyecto técnico “y hubo de pasar más de un mes para que el 13 de abril el alcalde autorizase los pliegos de la licitación –por entonces con un plazo de ejecución de 3 meses, aunque preferentemente los trabajos debían acabar antes del 1 de julio–, y no fue hasta el 21 de mayo cuando se adjudicó el contrato por el mismo importe de la licitación (sin rebaja alguna) y ahí ya se ajustó el plazo final de ejecución a solo 2 meses, aunque se olvidó cualquier referencia al 1 de julio, como estaba previsto en los pliegos”, ha explicado.
Como consecuencia, “la terrible realidad” es que los bañistas se están encontrando con las máquinas y los operarios trabajando en las playas, con las consiguientes molestias que eso supone, y “si hacemos caso de las previsiones del contrato, será así hasta casi la mitad del verano, todo por no haber sabido planificar y gestionar adecuadamente una sustitución de pasarelas que no era apremiante, pero que habiendo decidido afrontarla en detrimento de otras inversiones más urgentes, deberían haberlo hecho cuidando de los bañistas por encima de cualquier otro interés”.